El nuevo presidente de Ecuador, Daniel Noboa, tomó posesión para el cargo que asumirá hasta mayo del 2025, cuando su antecesor, Guillermo Lasso debía culminar su mandato.
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Es así como después de haber ganado los comicios el 15 de octubre, en un adelantado proceso electoral marcado por la violencia, el país suramericano tiene nuevo mandatario.
Esta toma de posesión la realizó el jefe de Estado en un acto oficial ante la también nueva Asamblea Nacional. Cabe destacar que el polémico Presidente saliente, acortó su propio mandato en mayo, cuando disolvió el Legislativo.
Por lo que, este jueves, cuando se desarrolla la imposición de banda del nuevo presidente de Ecuador, Daniel Noboa, medios destacan los grandes desafíos que tendrá estos 18 meses.
En ese sentido, la gestión que sucede Noboa, resaltó por ingobernabilidad, pugnas de poderes y el alza fuera de control de los asesinatos.
Retos para Noboa
En un trabajo publicado en el portal del medio Radio del Sur, se destacan las declaraciones del jefe de Estado a pocas horas de su investidura. Mencionó dos propuestas al Parlamento:
- Una reforma tributaria, a fin de generar empleo joven
- Una reforma energética, para evitar más apagones
De igual forma, notificó que la presentación de sus ministros será en los próximos días. Por lo que ya no será este mismo jueves, como lo anunciaron antes.
En cuanto al actual escenario que se vive en Ecuador, se habla del auge de la violencia y el debilitamiento de la economía, como los dos grandes desafíos del entrante jefe de Estado. Esa situación a la tendrá que enfrentarse la heredó su antecesor, Guillermo Lasso.
De tal manera que según el analista y catedrático de la Universidad de Las Américas, Alejandro Zabala, citado por The Associated Press: “Estamos secuestrados por el crimen organizado”. Al igual que calificó como «un absoluto fracaso” la política de mano dura que impuso la Administración saliente.
Es así como esa nación suramericana se encuentra entre las más violentas de la región, con una tasa de muertes violentas, para 2021, de 13,9 por cada 100.00 habitantes.
Ese número de decesos por violencia, por poco se duplica en 2022. Mientras que este año hay una estimación de cerca de 40 muertes por cada 100.000 habitantes.
Ante la cruda realidad, que pica y se entiende, el analista y profesor de la Universidad Casa Grande, Andrés Briones, dijo: “La economía y la seguridad son temas indivisibles. Es un frente importante en que el presidente Noboa debe trabajar”.
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