Alberto Fernández anunció que se designará un embajador en Caracas para normalizar las relaciones diplomáticas (de Argentina) con el país que gobierna Nicolás Maduro. Los intereses económicos detrás de la decisión, y las repercusiones.
“Argentina quiere volver a recuperar su vínculo diplomático pleno con Venezuela. Es un paso que estamos dando y convoco a los países de América Latina a que lo revisemos, porque Venezuela ha pasado un tiempo difícil”; expresó el presidente Alberto Fernández en una conferencia de prensa junto a su par ecuatoriano, Guillermo Lasso, el lunes pasado.
“Estamos viendo cómo, a partir de los acuerdos del Grupo de Contacto, Venezuela ha ido avanzando en su proceso electoral. Y creemos que es momento de ayudar a que en el diálogo recupere plenamente su normal funcionamiento como país y como sociedad”, continuó el mandatario al tiempo que señaló: “No lo vamos a lograr si la dejamos sola sin embajadores y sin nuestra atención”.
La intención de acercarse al país que preside Nicolás Maduro, llega después del contacto que tuvo la administración de Biden con el gobierno bolivariano, para volver a comprar petróleo.
Sanciones a Rusia
La catarata de sanciones contra Rusia tras su intervención militar en Ucrania generó un desequilibrio mundial que elevó el precio del barril de crudo y la inflación a nivel global. La administración demócrata busca compensar la falta del petróleo ruso en el mercado internacional, acercándose al “régimen” venezolano; lo que a su vez, abre las puertas en la región para que otros países imiten el gesto.
La idea del gobierno es recuperar la relación diplomática, para fortalecer el intercambio energético. Las visitas de los presidentes de Chile y Bolivia, el mes pasado, también giraron en torno a la cuestión energética (la compra de Gas Natural Licuado al gobierno de Boric, y el aseguro de abastecimiento por parte de la administración de Arce, fueron parte de los acuerdos logrados).
La falta de productos rusos en el mercado, como fertilizantes y lubricantes, posiciona a Venezuela en un lugar privilegiado, ya que tiene capacidad para responder ante esa demanda. Por otro lado, el venezolano es un mercado sumamente competitivo para la exportación de alimentos y automóviles, sectores que el gobierno considera clave para la obtención de divisas.
La falta de productos rusos en el mercado, como fertilizantes y lubricantes, posiciona a Venezuela en un lugar privilegiado.
Se espera que en los próximos días empiece el proceso de normalización de la relación bilateral, que hasta el momento estuvo a cargo del Encargado de Negocios de la Embajada Argentina en Venezuela, Eduardo Porretti.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina ya le entregó formalmente al gobierno venezolano la solicitud de plácet para la designación de Oscar Laborde como embajador. Por su parte, Maduro designó a Stella Marina Lugo de Montilla, Jefa de Misión Diplomática de Venezuela en Argentina, como embajadora en el país.
Reacciones tras la decisión
La decisión del gobierno argentino molestó tanto a opositores venezolanos, como legisladores estadounidenses y hasta a ONGs, que consideran inadmisible el acercamiento.
Juan Guaidó, por ejemplo, le “aconsejó” al presidente que: “Si quiere ayudar a Venezuela, exija junto a nosotros elecciones libres y justas, con condiciones recogidas en el reciente informe de la Unión Europea (UE). Exija justicia para víctimas de violaciones de DDHH. que señala la ONU y la CPI. Negar la dictadura no ayuda a los venezolanos”.
En ese sentido, el senador republicano e integrante del comité de Relaciones Exteriores de EEUU, Marco Rubio, escribió en Twitter: “En la Argentina de Alberto Fernández se da la bienvenida al Kremlin en nuestra región. Así como también reconocen al narco-dictador ilegítimo de Maduro en Venezuela”; y agregó que “este acto diplomático imprudente plantea amenaza directa a los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos”.
Por último, la ONG con sede en Washington, Human Rights Watch, se pronunció a través de la directora para las Américas, Tamara Taraciuk: “Presidente @alferez: sus declaraciones sobre Venezuela son muy preocupantes. Todos queremos que Venezuela vuelva a funcionar normalmente y que los venezolanos puedan volver a su patria. Pero ello no va a ocurrir ocultando la realidad”.
Amnistía Internacional, otra ONG (con sede en Londres), también le envió una carta a Fernández en la que criticó la decisión gubernamental y denunció “la violación de los derechos humanos” en Venezuela.
Sin querer ser menos, el expresidente Mauricio Macri, a poco de haber terminado su participación en el mundial de Bridge, se reunió con el “embajador” de Guaidó en Estados Unidos, Carlos Vecchio. En Twitter, el funcionario señaló: “Agradecemos su incansable apoyo a venezolanos migrantes en Argentina, a la lucha por el restablecimiento de la libertad y democracia en Venezuela”. Y resaltó el “liderazgo” de Macri ante la CPI —Corte Penal Internacional— para que las “violaciones de DDHH del régimen de Maduro no queden impunes”.