Una especie de “mea culpa” hizo el jefe de la Agencia Nacional de Policía de Japón para justificar su dimisión tras el asesinato de Shinzo Abe.
Este jueves, Itaru Nakamura, decidió dar un paso al costado y renunciar a su cargo, al asumir la responsabilidad de los fallos de seguridad en el asesinato a tiros del exprimer ministro Shinzo Abe, el pasado 8 de julio.
“Hubo deficiencias en los planes de seguridad y las evaluaciones de riesgos en las que se basaron, y la dirección del comandante de campo fue insuficiente“, subrayó Itaru Nakamura.
A su vez, Nakamura anunció los resultados de su investigación sobre el fracaso de la policía para proteger a Shinzo Abe.
“La raíz del problema está en las limitaciones del sistema actual, que lleva años funcionando. En el que la policía local es la única responsable de garantizar la seguridad“, acotó Itaru Nakamura.
Fallas en la seguridad
Finalmente, medios nipones, destacan que Abe fue el político más conocido de Japón y el primer ministro con más años de servicio. Sin embargo, la seguridad fue comparativamente ligera cuando pronunció un discurso en una calle de la ciudad de Nara.
Al tiempo que funcionarios japoneses, incluido el primer ministro Fumio Kishida, han reconocido fallas en la seguridad. Sobre todo, en la aparición de Abe en el evento de campaña electoral.
National Police Agency chief Itaru Nakamura has tendered his resignation to take responsibility for security lapses in the killing of former Prime Minister Shinzo Abe. https://t.co/j9q7J0Zvli
— The Japan Times (@japantimes) August 25, 2022
