Este viernes, 1 de diciembre, se registró un bombardeo del ejército israelí en la frontera con Líbano, dejando el saldo de 2 civiles muertos.
De acuerdo con la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN), una mujer y su hijo murieron en Houla, al sur de Líbano. Las víctimas, identificadas como Nasifa Mazraani y su hijo Mohammad, fallecieron cuando su vivienda en la localidad de Hula fue alcanzada por el bombardeo.
También se ha confirmado el lanzamiento de artillería contra otros puntos del sur del país y el uso de fósforo blanco contra al menos uno más.
En menos de dos meses, el conflicto entre las partes obligó a más de 55 mil personas a abandonar sus hogares en el sur del Líbano. Además de provocar decenas de muertos, cerca de 300 heridos e importantes daños materiales solo en ese lado de la frontera.
El pasado miércoles, la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, reveló preocupación por la posibilidad de que el conflicto de Gaza se extienda a Líbano.
“La escalada tendría graves implicaciones para la paz y la seguridad regionales, y para el bienestar del pueblo libanés. Restaurar la calma a lo largo de la frontera entre Israel y el Líbano es de suma importancia”. Así lo dijo Linda Thomas-Greenfield durante su discurso en la sesión informativa de seguridad de la ONU.
Vale mencionar que el Líbano es un país árabe, que limita al sur con Israel, al norte y al este con Siria, y al oeste con el mar Mediterráneo.
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