Al menos 12 personas murieron tras una estampida este sábado en un estadio de fútbol en San Salvador, la capital de El Salvador.
El incidente ocurrió durante el partido donde se enfrentaban el equipo local Alianza y el FAS Santa Ana en el Estadio Cuscatlán. El siniestro provocó la suspensión del evento.
Nayib Bukele, presidente de El Salvador, describió el evento como «sin precedentes» y dijo que se lanzaría una «investigación exhaustiva».
Previamente la policía había comunicado que siete hombres y dos mujeres se encontraban entre los fallecidos. Todas las víctimas superaban los 18 años.
Se reporta que la tragedia ocurrió después de que un gran número de aficionados intentó entrar al recinto después del cierre de puertas.
Las autoridades creen que algunos hinchas compraron entradas falsas y están investigando lo ocurrido.
Imágenes compartidas por medios locales parecen mostrar a espectadores intentando derribar barricadas en la entrada al estadio.
Una transmisión en vivo del partido publicada en YouTube muestra que el partido se suspendió después de una aparente conmoción en las gradas. Más tarde se ve a personas siendo llevadas por los servicios de emergencia en camillas.
También se ve a algunos aficionados agitando sus camisetas a las personas en el suelo para tratar de refrescarlas.
Las autoridades hablaron
Por su parte, Luis Alonso Amaya, de Protección Civil de El Salvador, dijo que alrededor de 500 personas habían recibido tratamiento médico, con muchos ingresados en el hospital.
El ministro de Salud, Francisco Alabi, comunicó que la mayoría de heridos se encuentra en condición estable y que no había reportes de muertes desde los hospitales.
La Federación Salvadoreña de Fútbol dijo que todos los partidos nacionales de todas las categorías serían suspendidos este domingo. También dijo lamentar lo que ocurrió y mostró su apoyo a las familias de las víctimas.
El presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), Gianni Infantino, ofreció sus condolencias a los familiares y amigos de las víctimas, calificando la estampida como «trágica».