Ucrania instó al Comité Internacional de la Cruz Roja que no reconociera como legítimos los corredores humanitarios desde su país a hacia Rusia.
Lo hizo a través del jefe del Comité de Salud de la Rada Suprema, Mijaíl Radutski. La autoridad instó a la Cruz Roja a que abandonara la idea de abrir una oficina en la ciudad rusa de Rostov del Don.
El parlamentario, del partido gobernante Servidor del Pueblo, dijo en un comunicado que, según la información disponible, la Cruz Roja tiene previsto abrir una oficina en la ciudad, ubicada al suroeste de Rusia y tachó la medida de “inaceptable”.
Además, tildó de “un secuestro ilegal y una deportación” de ciudadanos ucranianos a las evacuaciones al territorio ruso.
Ucrania refuta
“Exigiremos al CICR que las personas sean devueltas a Ucrania. Debería ayudarles y organizar un corredor para devolverlas a Ucrania. De lo contrario, será partícipe de un delito”.
Así lo manifestó la viceprimera ministra de Ucrania, Irina Vereschuk, el viernes, 25 de marzo.
¿Qué dice la Cruz Roja?
El miércoles, el presidente del CICR, Peter Maurer, informó en su cuenta en Twitter que llegó a Moscú para “continuar conversaciones con las autoridades rusas”.
El jefe de la organización detalló que discuten con la filial rusa de la Cruz Roja cómo aumentar el apoyo a los refugiados de Ucrania que llegan a territorio de Rusia.
Además, anunció que el CICR había enviado una solicitud para abrir su oficina en Rostov del Don “para mejorar el trabajo en Donbass y otras partes de Ucrania que están bajo control de las Fuerzas Armadas rusas”.
El Comité Internacional de la Cruz Roja respondió a Ucrania en su cuenta de Twitter que “nunca ayuda a organizar o llevar a cabo evacuaciones forzosas o deportaciones”.
Asimismo aclaró que es una organización neutral, imparcial y humanitaria.
“Esto significa, simplemente, que tomamos medidas, nunca bandos; nos centramos en las necesidades; ayudamos a todos, estén donde estén”.