Irvo Otieno, así se llama el joven negro de 28 años de edad que murió en Estados Unidos (EEUU), el pasado 6 de marzo. Fue asfixiado por siete policías y tres trabajadores de un hospital psiquiátrico, según un video que se difundió este martes.
El registro audiovisua de vigilancia, en el que se observa el momento desgarrador en el que Irvo Otieno es sometido hasta su muerte, sirvió como prueba contra los implicados en el hecho.
La fiscal encargada del caso, Ann Cabell Baskervill, afirmó que el hombre murió de asfixia cuando los agentes del orden y el personal del hospital se abalanzaron sobre él.
En la corte, Baskervill expresó que «no había evidencia» de que Otieno hubiera sido combativo y que «ciertamente no merecía ser asfixiado hasta la muerte».
Por su parte, los abogados defensores de varios de los acusados afirmaron la inocencia de sus clientes o sugirieron que no aplicaron fuerza letal.
Newly released video shows multiple people piling on top of 28-year-old Irvo Otieno, a mentally ill man who suffocated to death while in police custody. A grand jury has indicted the 10 people charged in his death. https://t.co/gKBVw8dJt5 pic.twitter.com/GMHF5uPn0Y
— CBS News (@CBSNews) March 21, 2023
Sin embargo, en el video completo se ve cómo los oficiales arrastran a Otieno a la sala de admisiones del Hospital Central State. Estaba sin camisa, descalzo, esposado y con grilletes en los tobillos.
Se sienta en el suelo, con la espalda apoyada en el sillón. Minutos después, se encuentra tendido en el suelo. Es inmovilizado (sin que se sepa el motivo) por los agentes de seguridad, que en ocasiones presionan su cuerpo.
Mientras esto ocurre, 10 trabajadores del hospital observan. Algunos a veces les ayudan. Unos 12 minutos después, Otieno parece estar inerte y no responde a ningún estímulo.
En torno a este caso cinco de los 10 acusados se mantienen en libertad bajo fianza, mientras que el resto de los implicados se encuentran en la cárcel.
Las vidas negras importan
Una vez más se vuelve abrir el debate sobre cómo las fuerzas de seguridad estadunidenses tratan a las personas negras y a las personas con enfermedades mentales.
El director ejecutivo de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color conocida por sus siglas en inglés NAACP, Derrick Johnson, expresó a través de un comunicado:
«Permítanme ser claro: la enfermedad mental no es un delito. Ser un hombre negro en Estados Unidos no es un crimen. Ninguna persona debería enfrentar este nivel de violencia por parte de aquellos que están destinados a ‘servir y proteger’ y tratar a las personas que enfrentan crisis de salud mental».
La familia de Irvo Otieno comparó este caso con el asesinato de George Floyd. Recordemos que Floyd, afroamericano de unos 40 años, murió en 2020 asfixiado por un policía blanco.