Para afrontar la emergencia climática, investigadores chinos avanzan en el rendimiento de cultivos modificados genéticamente.
Los alcances provienen de la autorización del gobierno de la República Popular China con el objetivo de obtener mejores rendimientos o aumentar los nutrientes en sus diferentes sembradíos.
Siendo esta una nueva política del Estado chino, contemplada en este caso por el Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales, desde enero de este año.
De acuerdo a una publicación de Nature, los investigadores se han apresurado a presentar solicitudes para el uso de sus cultivos editados genéticamente.
Indican que esto allanaría el camino para el uso de las plantas en la agricultura y debería impulsar la investigación sobre variedades que son más sabrosas, resistentes a las plagas y mejor adaptadas a un mundo en afectado por el calentamiento global.
Los cultivos editados genéticamente se desarrollan utilizando tecnologías como CRISPR-Cas9 que pueden hacer pequeños ajustes a las secuencias de ADN.
Agilizar certificación de bioseguridad
Actualmente, puede tomar hasta seis años obtener la aprobación de bioseguridad para un cultivo transgénico en China.
Las nuevas directrices estipulan que, para los cultivos editados genéticamente que se considera que no representan riesgos ambientales o de seguridad alimentaria, los desarrolladores solo deben proporcionar datos de laboratorio y realizar ensayos de campo a pequeña escala.
De allí, que desde el gobierno de Xi Jinping, contemple que una vez que las plantas son editadas genéticamente hayan completado las pruebas piloto, se puede solicitar un certificado de producción, saltándose las largas pruebas de campo requeridas para la aprobación de una planta modificada genéticamente.
En este sentido, los investigadores dicen que las nuevas directrices gubernamentales brindan una certificación de bioseguridad más adaptada a los nuevos tiempos.
Inclusive precisan que los cultivos editados genéticamente, podrían reducir el tiempo de aprobación a uno o dos años.
Beijing contempla por ejemplo la siembra de maíz transgénico este año, y es posible que pronto también promueva cultivos modificados genéticamente.
Caso contrario al de Estados Unidos, que no regula los cultivos editados genéticamente que incorporan pequeños cambios similares a los que podrían ocurrir naturalmente.
China’s approval of gene-edited crops energizes researchers https://t.co/jcmKP6CN2e
— nature (@Nature) February 11, 2022
