Nuevos detalles sobre el sabotaje a los gasoductos Nord Stream salieron a la luz esta semana. El periodista norteamericano Seymour Hersh, quien reveló la operación encubierta de Estados Unidos para destruir los oleoductos, ofreció otros pormenores del caso.
En este sentido, el comunicador ganador del premio Pulitzer, reveló que el ataque al Nord Stream no está relacionado con Ucrania. De acuerdo con una fuente gubernamental que consultó, el sabotaje es la respuesta al temor de la administración Biden de perder su influencia sobre Alemania y Europa Occidental ante el suministro de gas ruso barato.
“El temor de la Casa Blanca era que Putin tuviera a Alemania bajo su pulgar y entonces iba a conseguir Polonia…Así que el presidente asestó un golpe contra la economía de Alemania y Europa Occidental“, indica el artículo de Hersh.
En el escrito, el reportero norteamericano dice que los perpetradores del sabotaje no dejaron rastro porque no se introdujo información alguna en computadoras.
“Sino que se tecleó en una Royal o quizá en una máquina de escribir Smith Corona con una o dos copias al carbón, como si Internet y el resto del mundo en línea aún no se hubieran inventado“, dicta el reportaje.
Los informes sobre la operación se enviaron únicamente al jefe de la CIA. Él mantuvo contactos con ejecutores del ataque y con el presidente, Joe Biden. Todos los documentos en papel fueron destruidos.
“Una vez concluida la misión, se destruyeron los papeles mecanografiados y los carbones, sin dejar así ningún rastro físico. No quedó ninguna prueba que pudiera desenterrar más tarde un fiscal especial o un historiador presidencial“, indica el periodista en su trabajo investigativo.
El crimen perfecto
Seymour Hersh calificó el sabotaje a gasoductos Nord Stream como el “crimen perfecto”. Le dio este calificativo por el cuidado que se puso en eliminar huellas una vez ejecutada la explosión. También por el uso de la comunicación no digital para trabajar el plan.
El periodista piensa que la Casa Blanca actuó bajo el siguiente modus operandi. Primero colocar los explosivos necesarios y luego detonarlos en el momento que consideraron propicio. Para ejecutar este plan, Washington llevaron a cabo investigaciones y se contrató expertos.
Hersh aseveró que cuando Biden dio la orden de detonar los explosivos, solo hizo falta enviar un avión tipo caza y lanzar un sonar en el lugar adecuado del mar Báltico.
Es importante recordar que el 26 de septiembre de 2022, se produjeron explosiones en los gasoductos Nord Stream y Nord Stream 2. Estos gasoductos exportaban combustible de Rusia a Europa a través del mar Báltico.
El sabotaje se perpetró a través de varias cargas explosivas en el fondo del mar Báltico, en un punto cercano de una isla danesa y frente a las costas suecas, zonas bajo control de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El pasado 8 de febrero, el periodista estadounidense Seymour Hersh, afirmó que buzos militares de EEUU colocaron cargas explosivas bajo los gasoductos rusos durante los ejercicios Baltops de la OTAN.