Este viernes, se dio a conocer el indulto del presidente Joe Biden para la liberación del diplomático venezolano Alex Saab, quien durante 1286 días estuvo secuestrado por Estados Unidos.
Mientras estaba secuestrado, el caso tomó notoriedad y un amplio rechazo debido a las múltiples irregularidades, entre ellas su extradición de Cabo Verde a Estados Unidos.
La detención se llevó a cabo en 2020 y no se respetaron sus derechos como diplomático. Saab, se encontraba en una misión humanitaria para traer alimentos a Venezuela. En aquel momento, el país atravesaba duros momentos de desabastecimiento por las múltiples medidas coercitivas unilaterales anunciadas por Estados Unidos.
Tras 3 años y medio de secuestro, el gobierno estadounidense no pudo presentar pruebas en su contra. Con el indulto de Joe Biden, se termina por vías “diplomáticas” un caso claro que demuestra una violación a la Convención de Viena de 1961 que protege la inviolabilidad de los Enviados Especiales.
#AHORA #Documento este es el indulto presidencial de Joe Biden al diplomático venezolano Alex Saab. pic.twitter.com/BL2a1dmfua
— Venezuela News Última Hora (@VNUltimaHora) December 22, 2023
El “perdón” de Biden prohíbe a Saab, realizar demandas civiles contra Estados Unidos o reclamación de activos decomisados en esa nación. Asimismo, se prohíbe cualquier producción audiovisual relacionada a películas, además de libros relacionados al caso.
En dichos proyectos, podrían exponerse las torturas sufridas inicialmente en Cabo Verde, durante 16 meses. De igual manera, durante su defensa se presentaron pruebas, opiniones de expertos y desclasificación de documentos para demostrar la inmunidad diplomática y misión humanitaria aceptada por la República Islámica de Irán.
Dos informes avalaron las mencionadas pruebas. Ambos documentos, fueron publicados por las relatorías de la ONU, de fecha 19 de junio del 2021 y 19 de septiembre del 2023. Esos órganos son el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias y Alena Douhan, relatora especial impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales sobre el disfrute de derecho humanos.
Por lo tanto, el “perdón de Biden“, demuestra una vez más, que no existía un caso real ni pruebas sólidas que certificaran una causa legal contra el diplomático Alex Saab.
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