Huawei demostró su capacidad para hacerle frente a la arremetida de Estados Unidos (EEUU). El gigante tecnológico de China reportó que sus ingresos en 2022 crecieron un 1% en comparación con los de 2021.
El dato puede ser mínimo, pero en la práctica supone que Huawei ha alcanzado cierto nivel de estabilidad después de las sucesivas sanciones que le ha impuesto EEUU desde 2019.
En ese sentido, el presidente rotativo de Huawei, Eric Xu, aseguró que apoyarán todos los esfuerzos que impulse Beijing con el objetivo de convertir a China en un país autosuficiente en la industria de semiconductores.
«Creo que la industria de semiconductores de China renacerá bajo esas sanciones y se convertirá en una industria muy fuerte y autosuficiente».
Eric Xu pronunció estas palabras en una conferencia de prensa después de la publicación del reporte anual de las ganancias de la compañía el pasado viernes.
En este evento, el directivo del gigante tecnológico chino, confirmó que Huawei y otras empresas chinas crearon conjuntamente las herramientas de diseño de chips electrónicos. Son herramientas necesarias para fabricar semiconductores de 14 nanómetros de longitud, que se pondrán en uso en el transcurso de este año.
Rotating Chairman Eric Xu shares #Huawei’s goal to achieve sustainable survival and development, despite a challenging external environment and non-market factors. Learn more: https://t.co/rF9YtP8JMy pic.twitter.com/85x8vDTt9g
— Huawei (@Huawei) April 3, 2023
Ante la arremetida constante de EEUU contra Huawei y contra todo aquel gigante tecnológico con sello «Made in China», el gigante asiático no se ha quedado de brazos cruzados. Recientemente, se conoció que Beijing pagó con la misma moneda a Washington.
Conflicto y respuesta
En octubre de 2022, el gobierno de EEUU incluyó a toda la industria china de los semiconductores en la lista de entidades sancionadas. Con esta acción los estadounidenses intentan impedir que los chinos accedan a los equipos de litografía más avanzados.
El objetivo final de todo esto no es más que frenar a China, que se ha caracterizado por puntear la carrera del desarrollo tecnológico.
En respuesta, Beijing tomó la decisión el pasado 31 de marzo de auditar al mayor fabricante estadounidense de chips de memoria, Micron Technology. Para ello han apelado a la dialéctica que constantemente emplea Washington. Incluso ha sido la misma que EEUU ha utilizado en los últimos cuatro años contra Huawei y otras empresas chinas.
En ese sentido, China defiende que esta investigación persigue:
«Salvaguardar la seguridad de la información esencial acerca de la infraestructura de su cadena de suministro y prevenir posibles riesgos de seguridad ocasionados por productos problemáticos».
Micron Technology corre el riesgo de ser vetada en China. Lo mismo podría pasar con otros fabricantes de chips que operan en suelo chino. Destacan los de Corea del Sur y Japón, que se han alineado con los intereses de EEUU en la guerra de semiconductores.
