Una vez que asumió el poder de Colombia, el presidente Gustavo Petro se dirigió al país con un discurso pertinente al momento histórico actual.
Inició y finalizó su discurso afirmando que su investidura representa una segunda oportunidad para Colombia. «Quiero decirles a todos que hoy empieza nuestra segunda oportunidad, nos la hemos ganado, se la han ganado, su esfuerzo valió y valdrá la pena, es hora del cambio«, sentenció.
Petro agradeció a los miles de asistentes que acompañaron su acto de posesión desde la plaza.
“Aquí está como en el recorrido de mi existencia, el pueblo. Las manos humildes del obrero, aquí están las campesinas y las que barren las calles. Aquí están los corazones del trabajo, las ilusiones de quien sufre, aquí están las mujeres trabajadoras que me han abrazado cuando decaigo, cuando me siento débil, el amor al pueblo, a la gente que sufre excluida, es ese amor el que me tiene aquí para unir y construir ahora una nación”.
El presidente siguió su discurso con la espada de Simón Bolívar a su lado y explicó porque mandó a pedirla para que le acompañara en su primer discurso ante el pueblo de Colombia.
«Quiero que nunca más esta espada esté envainada, que nunca más esté retenida, que sólo se envaine cuando haya justicia en este país. Es la espada del pueblo, y por eso la queríamos aquí».
Así lo expresó el nuevo presidente colombiano tras pedir el símbolo que Iván Duque, mandatario anterior, había prohibido en el acto.
Asimismo, Petro llamó a todos los grupos armados a aceptar los “beneficios jurídicos” a cambio de paz y resaltó la necesidad de un diálogo profundo por la paz de Colombia. En ese sentido, se comprometió a seguir a rajatabla las recomendaciones del informe de la Comisión de la Verdad.
«Para que la paz sea posible. Tenemos que terminar, de una vez y para siempre, con seis décadas de violencia y conflicto armado”.
Nueva política: La guerra contra las drogas fracasó
El presidente Gustavo Petro también mencionó la guerra fallida contra el narcotráfico. Resaltó que la guerra contra las drogas fortaleció las mafias y debilitó a los Estados. Asimismo, admitió que las políticas contra las drogas hicieron que los Estados cometieran crímenes.
«Es hora de una nueva convención internacional que acepte que la guerra contra las drogas ha fracasado rotundamente, que ha dejado un millón de latinoamericanos asesinados, la mayoría colombianos, en los últimos 40 años y que deja 70 mil norteamericanos muertos…»
Además, llamó a Colombia a no naturalizar la desigualdad y la pobreza y propuso una reforma tributaria que genere justicia. Dijo que plantea una reforma tributaria, de la salud y de las pensiones, del contrato laboral y de la educación.
En ese sentido, destacó que priorizará en el presupuesto la infraestructura de la educación, de la salud, del agua potable, de los distritos de riego y de los caminos vecinales.
«No miremos para otro lado, no seamos cómplices. Con voluntad, políticas de redistribución y un programa de justicia vamos a hacer una Colombia más igualitaria y con más oportunidades para todos y todas”.
La igualdad de género en Colombia
Otro aspecto a resaltar en el discurso del presidente Gustavo Petro fue el llamado a la igualdad de género. En ese sentido, aseguró que comienza también un gobierno paritario y recordó que creará un Ministerio de Igualdad. La vicepresidenta, Francia Márquez, será al mismo tiempo la ministra de esa nueva cartera.
“Que la igualdad de género sea posible. No podemos seguir permitiendo que las mujeres tengan menos oportunidades laborales y que ganen menos que los hombres, que tengan que dedicar el triple o cuádruple de horas a las tareas de cuidado, que estén menos representadas en nuestras instituciones. Ya es hora de combatir todas esas desigualdades y equilibrar la balanza. Que tengan que dedicar el triple o cuádruple de horas a las tareas de cuidado, que estén menos representadas en nuestras instituciones. Ya es hora de combatir todas esas desigualdades y equilibrar la balanza».
El llamado a la unidad: Inspirado en Bolívar
Otro punto destacado en su discurso fue el llamado de unidad que hizo a los demás líderes políticos de la región. Invitó a los mandatarios latinoamericanos a dejar atrás las diferencias ideológicas para trabajar juntos.
“Hagamos realidad esa unidad con la que soñaron nuestros héroes, como Bolívar, San Martín, Artigas, Sucre y O’Higgins. No es una utopía ni es romanticismo. Es el camino para hacernos fuertes en este mundo complejo”.
Destacó la necesidad latente que existe en Latinoamérica por una unidad real y para ello trajo a ejemplo la pandemia de coronavirus que sufre el mundo. Hizo un llamado de reflexión y habló sobre lo que haría la separación de Latinoamérica a futuro.
«¿Vamos a tener una Latinoamérica sin capacidad de investigación científica? ¿Una Latinoamérica sin capacidad de coordinar sus servicios de salud, sin capacidad de coordinar las compras de medicamentos de manera unificada?».
