Grecia juzga a 24 activistas de derechos humanos por rescatar refugiados que llegaron a una isla oriental del país europeo, impidiendo así que murieran ahogados.
A los activistas se les imputan los delitos de espionaje y falsificación, acusaciones por las que podrían afrontar una pena de prisión de hasta ocho años.
Entre los trabajadores humanitarios se encuentra la defensora de los derechos humanos siria, Sarah Mardini, refugiada y nadadora. Además, el buceador alemán Seán Binder, junto con otros 22 acusados.
De acuerdo a agencias, Mardini salvó 19 vidas en la pequeña embarcación en la que viajaban ella, su hermana y Binder en 2018 cuando los detuvieron. Además, formaban parte de la Organización no Gubernamental (ONG) Emergency Response Centre International (ERCI) en el momento de su detención.
Los activistas Mardini y su colega Sean Binder pasaron más de tres meses en la cárcel de Lesbos, en Grecia, tras su detención. Inicialmente, el caso estaba previsto para 2021, pero se aplazó por cuestiones de procedimiento, reseña AP.
“Lo que se juzga hoy son los derechos humanos. Ese es el problema fundamental”, declaró Binder el martes.
Rechazo a las acusaciones
Tras las acusaciones en contra de Mardini y los otros miembros de ERCI, se produjeron reacciones de rechazo por parte de organizaciones de derechos humanos.
Amnistía Internacional calificó los cargos de “injustos” e “infundados”. Además, señaló que los 24 miembros de ERCI son acusados “simplemente por ayudar personas refugiadas y migrantes en peligro de ahogarse en el mar”.
De acuerdo a la ONG Human Rights Watch (HRW), las imputaciones están basadas en informes policiales erróneos, que incluyen “afirmaciones de que algunos de los acusados participaron en misiones de rescate en varias fechas cuando no estaban en Grecia”.
Según reseña AP, el juicio que se lleva a cabo en la isla griega de Lesbos comenzó el martes y posteriormente se aplazó hasta el día viernes.