El gobierno de Perú aclaró que el uso del cabello es una «herramienta poco efectiva» para mitigar un derrame de 6 mil barriles de petróleo.
El Ministerio del Ambiente recalcó que no realiza «ninguna campaña de recolección de cabello». Estas declaraciones surgen luego de que municipios y organizaciones no gubernamentales alentaran, a través de las redes sociales, a que los ciudadanos hicieran donaciones.
El objetivo de esta campaña es fabricar una especie de salchicha gigante para formar barreras y absorber el crudo en las 713 hectáreas afectadas en el mar.
El Ministerio añadió que incluso la «manipulación de estas salchichas, con cabellos humanos en su interior, podrían generar más residuos en el mar». Asimismo, precisó que ante el derrame petrolero se requieren otras soluciones a gran escala por parte de la española Repsol.
Cabello para salvar el mar: la masiva y polémica respuesta
Organizaciones civiles, cadenas de peluquerías y hasta gobiernos regionales y municipales de Perú lanzaron en la última semana campañas en sus redes sociales.
Esto con el objetivo de recoger centímetros de cabello que han atraído tanto adeptos como críticas. Ante la falta de diseños experimentales que ratifiquen la viabilidad y efectividad de la propuesta ha tenido gran revuelo.
Según sus promotores, el objetivo es componer grandes tubos de cabello enmallado capaces de absorber el petróleo.
Por su parte, Nicole Castillo, cofundadora de “Hair Boom Perú”, uno de los movimientos más virales de esta iniciativa declaró al respecto. «Queremos ser actores en mitigar la contaminación y contenerla para que no siga avanzando (…) con una solución complementaria a todas las que se están dando».
VIDEO: Beauty salons in Peru give free haircuts to attract donations from Peruvians across the country to save marine wildlife affected by the recent oil spill. The donated hair is sent to organisations which use it to clean beaches pic.twitter.com/zf9xiv2AYp
— AFP News Agency (@AFP) February 2, 2022
Es importante recordar que el 15 de enero en las aguas del norte de Lima, se produjo el derrame de 6 mil barriles de petróleo, provenientes de la refinería Repsol.
Hasta la fecha se han visto afectadas más de veinte playas, tres reservas naturales y 713 hectáreas de mar. Este hecho se produjo tras la erupción del volcán submarino de la Isla de Tonga.