En el año 2013 el presidente Xi Jinping propuso al mundo la iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda, un amplio cinturón de infraestructura y desarrollo económico globales. Esto pasa por inversiones directas, la construcción conjunta de grandes vías de comunicación para la circulación e intercambio de mercancías y el acercamiento efectivo entre los pueblos. Todo bajo el mentado principio ganar-ganar que promueve China.
A propósito de la primera década ganada, la embajada del gigante asiático en Venezuela organizó este jueves 1° de junio un encuentro que contó con la asistencia del embajador Lan Hu y otras relevantes personalidades gubernamentales, como el viceministro de la Cancillería venezolana y presidente del Instituto Simón Bolívar, Carlos Ron.
El embajador Hu hizo una breve exposición, luego de la emisión de dos piezas documentales producidas por el canal CGTN que exponen las bondades de este proyecto, ya consolidado como una realidad innegable. De entrada, explicó el origen milenario de la idea. «Por un lado, queremos construir una nueva franja para profundizar la cooperación económica en este continente, Asia y Europa. Por el otro, la ruta se refiere a la ruta marítima de seda del siglo XXI, porque existía una ruta de seda marítima antigua, desde China, bajando, cruzando Filipinas hasta Australia, los países Pacífico sur y América Latina».
Cinco pilares claves
Seguidamente, el diplomático, que llegó el pasado mes de abril a Caracas para su nueva función, especificó que la iniciativa tiene cinco pilares fundamentales. Estos son: coordinación política con una visión compartida estratégica, conectividad en infraestructura para favorecer mejores condiciones de transporte, comercio e inversiones con mayor flujo, cooperación en financiamiento y, por último, intercambio cultural. Lo último, añadió, no es otra cosa que «fortalecer un entendimiento más profundo entre la gente».
Los datos se muestran positivos
El embajador Hu puso el acento en que la Franja y la Ruta de la Seda serán especialmente útiles para enfrentar los actuales y venideros retos de la humanidad. Las cifras que arrojan estos dos lustros de trabajo nos dan luces de su trascendencia y alcance.
Hu dijo que «construimos una gran familia compuesta por 150 países y más de 32 organizaciones mundiales. Hemos firmado más de 200 tipos de documentos de cooperación, incluyendo 18 Tratados de Libre Comercio entre China y países miembros de la familia. También hemos llevado a cabo más de tres mil proyectos concretos en los cinco pilares mencionados».
Agregó que en el período 2013-2022 el comercio de bienes entre China y los otros miembros de la Franja se ha duplicado hasta 2,07 mil millones de dólares, con un crecimiento anual de 8%. «Y hasta finales de 2022 las empresas chinas habían invertido en los países de esta gran familia hasta 47 mil millones de dólares y se habían creado más de 421 mil puestos directos de trabajo».
Por si aquello fuera poco, en el contexto de esta iniciativa, China ha construido en 20 naciones más de 80 parques industriales, porque la idea es «la industrialización de los países en desarrollo en favor del mejoramiento de la vida del pueblo». En el caso de América Latina, más de 21 países se sumaron a la iniciativa, progresivamente desde 2018. «Es una extensión natural», afirmó el vocero.
Según una proyección del Banco Mundial, hasta 2030 esta iniciativa producirá hasta 1,6 mil millones de dólares por cada año, esto es 1,3% del Producto Interno Bruto (PIB) global. «Permitirá además que más de 8 millones de habitantes abandonen la pobreza«, abonó.
Voces que se oponen
No obstante lo anterior, Estados Unidos se opone férreamente a lo indetenible, quizá porque sabe que otro mundo está naciendo como consecuencia inmediata.
«Algunos países no la quieren, dicen que es una herramienta de China para objetivos geopolíticos y para controlar al mundo por su vanidad económica. No, absolutamente no. Es una plataforma totalmente abierta, transparente. China nunca presiona a los amigos. Si quieren participar, con mucho gusto, si no lo quieren, con todo respeto, no hay ningún problema. China nunca presiona a los amigos», apuntó Lan Hu.
Lo curioso, dijo el diplomático, es que mientras «China tiene una gran inversión para el desarrollo social y lucha contra la pobreza, Estados Unidos propone gastar desde 2022 hasta 2033 más de 10 mil millones de dólares para su defensa. Es muy peligroso, horrible y preocupante. Pero dice que China y Venezuela son una amenaza en el mundo. No entendemos su lógica».
Eurasia, corazón del mundo
En sintonía, el diputado a la Asamblea Nacional y vicepresidente del Grupo de Amistad Parlamentaria China-Venezuela, Rodolfo Sanz, explicó que Eurasia, escenario central de la Ruta, es el corazón del planeta. «Eso es lo que preocupa a Estados Unidos».
Valoró que en manos de China está la «única posibilidad de que surja un nuevo orden mundial o se reconstruya para bien el existente, con más equilibrio, de aquí a 2050, de manera pacífica. De lo contrario, Estados Unidos se impondrá con su hegemonía a sangre y fuego».
Por su parte, el vicecanciller Carlos Ron enfatizó que «dialogar entre nosotros es la mejor manera de comprender el momento geopolítico que vivimos (…) Venezuela comparte este nuevo tipo de relaciones internacionales porque es reflejo de la visión bolivariana del equilibrio del universo y de la paz inalterable».
«Es tiempo de cooperación ganar y ganar y de construir un modelo de desarrollo que anteponga las necesidades de desarrollo de los pueblos», expresó. Recordó que el modelo socialista chino ha logrado sacar a 700 millones de personas de la pobreza.
teleSUR, medio clave para romper el silencio
Justo quienes son contrarios han pretendido silenciar este proyecto. Sin embargo, teleSUR ha comunicado el asunto, con información y análisis oportunos. Su presidenta, la periodista Patricia Villegas, aseguró que «a lo largo de la historia de teleSUR, próximo a cumplir 18 años, hemos seguido e informado estas exigencias y luchas».
«Todo este panorama abre espacio para un proyecto de integración que va más allá de lo meramente comercial (…) Los países de América Latina ven en la Franja y la Ruta una nueva forma de relacionamiento donde impera el principio de coexistencia pacífica«. «En opinión de múltiples analistas es un aspecto clave para la reconfiguración de las relaciones comerciales», dijo.
«De acuerdo con cifras oficiales el valor del comercio anual en los países sumados a este plan se ha duplicado. El comercio entre China y América Latina logró en 2022 una cifra récord de casi 486 mil millones de dólares. China es el segundo mayor socio comercial de nuestra región y en países como Brasil, Chile, Perú, entre otros, es incluso el principal socio comercial. En países como Venezuela, esta tierra bendita, ha sido clave para estrechar la relación estratégica entre ambos países», adicionó.
Asimismo, consideró que «pretenden obligar a nuestros países del sur a ser simples proveedores de materias primas sin intercambio de tecnología y mucho menos de ciencia».
Villegas cerró su discurso diciendo que «creemos firmemente en la urgencia de la construcción de nuevos mecanismos de intercambio económico y comercial que nos obliguen a dar pasos hacia la consolidación de alianzas en el ámbito de la comunicación y la información».