En Francia, continúan las protestas tras la muerte del joven de 17 años, Nahel M., abatido por un policía en Nanterre, un suburbio al oeste de París. En la jornada de este viernes, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, anunció que 45 mil policías y gendarmes se movilizarán esta noche y hasta mañana sábado, para hacer frente a una posible escalada de la violencia.
Más temprano, la primera ministra francesa, Elisabeth Borne, había anunciado el despliegue de vehículos blindados de la gendarmería, para hacer frente a la violencia que afecta a varias ciudades de la nación desde el pasado martes 27 de junio. Esta última medida, forma parte de las acordadas en las últimas horas durante una reunión de crisis.
Asimismo, Borne anunció que quedaron anulados los grandes eventos que necesiten la movilización de numerosos efectivos de seguridad. Así como aquellos que representen un riesgo para el orden público.
Recordemos que desde el martes pasado, Francia ha registrado disturbios cada noche. En ese sentido, se han registrado incendios de ayuntamientos, comisarías y escuelas, así como el saqueo de tiendas. Este jueves en la noche, las autoridades desplegaron más de 40 mil agentes y detuvieron a 875 personas.
¿Qué está pasando en Francia?
Nahel M., tenía solo 17 años de edad, cuando el pasado martes, un policía le disparó en el pecho, en un puesto de control policial. Los agentes aseguran que el muchacho no obedeció las órdenes de las autoridades.
Cabe destacar que, el agente de 38 años que le disparó a Nahel ha sido detenido por cargos de homicidio, pero esto no ha sido suficiente para frenar el malestar social que se vive en Francia.
Según reseña BBC, el chico de 17 años era de origen argelino, esperaba obtener un certificado de aptitud profesional como electricista. Mientras tanto, Nahel se ganaba la vida como repartidor de pizza.
«Era un niño de barrio que tenía ganas de encajar social y profesionalmente, no era un niño que vivía del tráfico de drogas o en la delincuencia», le dijo a Le Parisien Jeff Puech, presidente de un club donde Nahel jugaba rugby.
La violencia que se ha propagado por varias zonas de Francia, hasta llegar al corazón de París, revive el fantasma de la brutalidad policial. Tan solo en el 2022, en Francia se registró un récord de 13 muertes durante controles de tráfico.
En ese contexto, Nahel se convirtió en la segunda persona este año que muere de esta manera en Francia.
Hace dos semanas, la policía disparó contra un conductor de 19 años en una ciudad en el oeste de Francia. Luego de que presuntamente golpeara a un agente en las piernas durante un control de tráfico, reseña el medio británico.
La brutalidad policial no solo la denuncian quienes la padecen. El Consejo de Europa acusó recientemente a las fuerzas de seguridad francesas de abuso policial. Pusieron de ejemplo, las acciones de los agentes en las manifestaciones de los «chalecos amarillos». Así como las más recientes protestas contra la reforma de las pensiones.
🔴 La police procède à des interpellations sur la Place de la Concorde.
La manifestation « Justice pour #Nahel » a été interdite par la préfecture. pic.twitter.com/DBy60jvrIc
— Clément Lanot (@ClementLanot) June 30, 2023
Sin embargo, a la muerte de Nahel, a la que los manifestantes señalan se debió a la brutalidad policial, se le suma otro componente: el racismo.
«Ahora es el momento de que el país aborde seriamente los problemas profundamente arraigados de racismo y discriminación racial entre las fuerzas del orden», aseguró Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos durante la conferencia de prensa regular de la ONU en Ginebra, Suiza.
Además, hay que tener en cuenta que quienes están más expuestos a lo que le pasó a Nahel, son personas que viven en los suburbios desfavorecidos en Francia. Por lo cual sus ciudadanos en los últimos días han intensificado las protestas para exigir justicia para Nahel, para los que fueron asesinados en el pasado y para exigir que esto no se vuelva a repetir en el futuro.
Sin embargo, los políticos parecen que solo se centran en la ira de la ciudadanía. Por ejemplo, Nicolas Sarkozy, calificó en el pasado, a los manifestantes que comenzaron las protestas de «escoria». Cuando realmente lo que quieren los ciudadanos es ser escuchados y tener una solución íntegra a problemas medulares que frenan su desarrollo e incluso sus vidas personales.
El sociólogo francés Fabien Truong, profesor en la Universidad de París-VIII, explicó a Le Monde que muchos de los manifestantes son chicos de la misma edad de Nahel, que reaccionan «de forma íntima y violenta» por la sencilla razón de que la víctima pudo haber sido alguno de ellos.