Los 30 años de «El Amor Después del Amor» de Fito Páez llegaron hasta el Poliedro de Caracas el pasado 13 de octubre con un concierto inolvidable. Una fiel fanaticada acompañó al cantautor argentino durante tres horas de presentación.
A las 4 de la tarde, la cúpula abrió sus puertas para el público en general. La lluvia vespertina no fue impedimento para los asistentes, que esperaban con ansias el espectáculo de Páez.
El zuliano Jorge Luis Chacín representó al talento venezolano montándose en tarima a las seis de la tarde para interpretar múltiples canciones como «Si usted la viera», «Canta» y «Tan solo quiero», entre otras.
Vino una pausa, para afinar los detalles faltantes y la espera para oír al protagonista de la noche se terminó a las 9:00 pm. El escenario destinado en el Poliedro de Caracas, se vistió de luces rojas que acompañaron un intro para que finalmente apareciera el gran Fito a cantar su famoso tema «El Amor Después del Amor«.
Al rosarino le acompañaron en el escenario extraordinarios músicos, quienes también protagonizaron esta velada musical. Varios solos instrumentales sirvieron para demostrar el gran talento suramericano que acompaña al cantautor rosarino.
El repertorio se cumplió a carta cabal con icónicas canciones como «Dos días en la vida», «La Verónica», «Tumbas de la gloria», «Detrás del muro de los lamentos», «Un vestido y un amor» y «A rodar mi vida». Un pequeño homenaje a Luis «El Flaco» Spinetta llegó junto al tema «Pétalo de sal».
Un repaso a sus influencias y un llamado al rescate de la música nuestroamericana hicieron parte del espectáculo. «Brillante sobre el mic», «Creo», «Tráfico de Katmandú», «Sasha, Sissí y el Círculo de Baba» fueron otros de sus éxitos que sonaron en el Poliedro.
Uno de los temas más esperados de la noche, «11 y 6«, fue coreado a cappella por el público.
«¡Olé, olé, olé, Fito, Fito!»
El concierto tuvo una pausa de 10 minutos, en la cual el team de Fito Páez se preparó para la última parte del show.
Las imponentes luces llegaron para el cierre con «Dar es Dar» y «Ciudad de pobres corazones». El toque final de despedida fue con «Mariposa Technicolor», marcando un emblemático reencuentro luego de varios años sin pisar suelo venezolano.
«Les dije que iban a entrar de una manera y salir de otra. Eso sucede porque mis conciertos no son conciertos de música, acá pasa algo más y eso es lo que venimos a buscar«, dijo Páez en el cierre de una noche mágica.
