Paralizados en posiciones irreales, dormidos, delgados, huesudos, abanados, tirados en la calle. Así se ven en las imágenes y videos viralizados decenas, quizás cientos de personas que son víctimas de una plaga que tienen su origen en el consumo ilícito de opioides, sobre todo de Fentanilo.
Este mortífero jinete del apocalipsis apodado la “droga zombie” es el culpable de miles de decesos en Estados Unidos. Solo en 2021 fue la principal causa de que se superara la cifra de 107 mil decesos por sobredosis; el año anterior fueron 92 mil, un incremento de 16 % en un año, según la ONU.
Y es que el uso del fentanilo se ha extendido tanto en los Estados Unidos que incluso habría desplazado a la cocaína.
De acuerdo con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, uno de los motivos del cambio en las estructuras del mercado de ese narcótico, es el desplome de su comercialización en EE.UU. donde el fentanilo la reemplazó.
Por otra parte, a nivel global, los opioides sintéticos, son los principales causantes de las muertes por sobredosis. Los decesos aumentaron globalmente casi 7,5 veces entre 2015 y 2021.
Potente, barato y difícil de detectar
El fentanilo es un opioide sintético. Fuentes especializadas indican que es 50 veces más potente que la heroína y 100 más que la morfina. Además, es fuertemente adictivo; con cada dosis se reducen sus efectos y cada vez será necesario consumir una mayor cantidad de droga o aumentar la regularidad en su uso para experimentar su impacto en el cuerpo. De manera que quienes lo consumen indefectiblemente se convierten en esclavos de la sustancia.
También incrementan el riesgo de sufrir de una sobredosis ya que, como en el caso de otros estupefacientes, la pureza del fentanilo ilegal varia. A este hecho se suma que podría mezclarse con otras drogas o químicos. Debido a estos factores, las sobredosis son cotidianas en EEUU.
Su producción masiva lo han convertido en una droga económica. Una dosis costaría entre tres y cinco dólares. Lo que hace la sustancia asequible. ¿Cómo parar esta epidemia? El abordaje debería ser multidimensional.
Vivimos en una sociedad cada vez más compleja. Miles de millones de individuos están sometidos a enormes presiones. Algunos alcanzan eso que llaman éxito. Millones superan los obstáculos y se integran. No obstante, muchos más quedan fuera de todo. Terminan atrapados en laberintos de frustraciones, derrotas, caídas, depresiones, enferman y caen. Sin importar las clases sociales, todos estamos expuestos a caer. Es en ese contexto donde está el caldo de cultivo de las adicciones.