La administración estadounidense de Joe Biden, y su cómplice: el recién derrotado Gobierno de Cabo Verde, cometieron un «extraordinario error de cálculo» con el secuestro del diplomático venezolano Alex Saab, el pasado 16 de octubre, desde isla de Sal hasta la ciudad de Miami.
Así lo considera el jurista nigeriano Femi Falana, parte del equipo de defensa de Saab, según se lee en un comunicado fechado 24 de noviembre y suscrito por él. Agrega que este hecho constituye un asunto que ocasionó «un daño importante a Venezuela» y que la defensa no olvidará.
Falana argumenta que el Tribunal Constitucional de Cabo Verde emitió de manera «apresurada» un certificado para autorizar la «extradición» del enviado especial. No obstante, la instancia «no tenía autoridad» para ello. Añade que «esa acción fue seguida de una carta urgente del ministro de Justicia de Cabo Verde al Embajador de Estados Unidos en ese país africano, pidiéndole que hiciera los arreglos necesarios para llevar a Alex hacia Estados Unidos».
Luego, narra en la misiva, el sábado 16 de octubre, día en el que un avión del Departamento de Justicia llegó a la isla de Sal y, sin ninguna justificación al equipo de defensa, «paramilitares se llevaron por la fuerza a Alex y lo entregaron a funcionarios estadounidenses».
Cabo Verde se negó a cumplir una sentencia de un organismo del que hace parte
El abogado nigeriano destaca la reticencia del anterior gobierno de Cabo Verde a cumplir una decisión de un organismo al que pertenece. Y es que 15 de marzo y 24 de junio pasados, el Tribunal de Justicia de la CEDEAO dictaminó que la detención de Alex Saab es ilegal. De igual modo, determinó que debía quedar en libertad y quedar sin efecto el proceso de extradición en curso. Cabo Verde se negó esgrimiendo que se trataba de una decisión no vinculante.
Por si fuera poco, en junio, el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas dictó medidas cautelares para Alex Saab y el cese de cualquier proceso de extradición. Esto hasta tanto no se investigaran las torturas de las que fue víctima. Después, expertos de la ONU identificaron graves violaciones a derechos humanos en este caso; incluso advirtieron temor por la suerte del diplomático a manos de autoridades caboverdianas. Así consta en un informe del 19 de julio último, pero que salió a la luz el 15 de octubre.
Alex es inocente
Recuerda adicionalmente que ya a principios de 2021 el Fiscal de Ginebra había puesto fin a una investigación contra Saab por supuesto blanqueo de capitales. La Corte no halló pruebas contundentes que respaldaran la acusación. En ese sentido, la defensa considera que «Alex no podía ser objeto de extradición para afrontar un juicio por un asunto en el que ya se demostró su inocencia».
«Tres avisos serían más que suficientes para que cualquier Estado que no sea un vasallo actúe», se lee en el documento. No obstante, «la ilegalidad es evidente». «Además, la extralimitación judicial territorial por motivos políticos de Estados Unidos es una forma de colonialismo del siglo XXI. África debe despertar. La independencia de nuestras instituciones será mediante nuestros esfuerzos y no mediante los clichés de lobos disfrazados de ovejas».
