El presidente de la República, Nicolás Maduro, está demostrando una vez más que nunca será una buena opción subestimarlo. Con un golpe maestro a las mafias que se fueron enquistando a lo interno de algunas instituciones estratégicas, como PDVSA, el Poder Judicial y la economía digital, el primer mandatario ha puesto en jaque a la corrupción y reafirma la voluntad política de la Revolución Bolivariana y de su gobierno de continuar una limpieza a fondo.
Las acciones desencadenadas desde el pasado fin de semana se han mantenido en tendencia en diversas redes sociales, durante todos estos días. Y es que con el despliegue de un operativo anticorrupción, activado discretamente, desde octubre del año pasado, se han logrado descabezar varias organizaciones delictivas, que horadaban la casa matriz, la economía digital, así como algunas alcaldías y circunscripciones judiciales.
Una batida
Las detenciones del diputado a la Asamblea Nacional (AN) Hugbel Roa y del expresidente de la Superintendencia Nacional de Criptoactivos (Sunacrip), Joselit Ramírez, causaron sorpresa. Al igual que la captura del coronel Antonio Pérez Suárez, vicepresidente de Comercio y Suministros de PDVSA, y el Teniente Coronel José Agustín Ramos, director de Seguridad de la Faja Petrolífera del Orinoco, por estar presuntamente incursos en graves maniobras de corrupción. Estos hechos forzaron la renuncia del ahora ex ministro de Petróleo, Tarek El Aissami, quien se separó del cargo para facilitar las investigaciones.
En este mega operativo anticorrupción, también fue detenido el alcalde del municipio Michelena (Las Tejerías), en el estado Aragua, Pedro Hernández. Al burgomaestre se le señala de supuestamente guardar nexos con grupos de la delincuencia organizada, como la banda del asesino alias “El Conejo”. Igualmente, cayeron el Presidente del Circuito Judicial Penal de Caracas, Cristóbal Cornielles, y el juez, José Mascimino Márquez, con competencia en Delitos Asociados al Terrorismo.
A la fecha van al menos 19 funcionarios apresados y se espera que las detenciones continúen. Sin duda, una operación de alto calibre que pone en jaque a los corruptos.
Hasta la raíz
El presidente Maduro ha pedido el apoyo del pueblo venezolano para llevar esta lucha hasta sus últimas consecuencias. «Tengo la absoluta voluntad y la absoluta decisión de ir hasta la raíz misma para desmembrar todas estas mafias que hemos descubierto con las manos en la masa. Ha sido una investigación que se ha llevado de manera profesional, científica, equilibrada», recalcó.
El primer mandatario destacó que debe haber un castigo ejemplarizante. Ha detallado que en esta primera etapa se han capturado a empresarios, gerentes, altos funcionarios de instituciones del Estado, y un diputado. «Hemos ido por todos y hay que garantizar, en el marco del Estado de Derecho y de Justicia, que prevalezca la verdad y nuestro pueblo conozca la verdad. Nada ni nadie nos va a detener en la voluntad y el empeño de castigar a esta mafia, de hacer justicia, de desmembrarla y de sanear plenamente los frentes que hemos abordado en esta primera operación», aseveró el líder del Ejecutivo.
Pleno acompañamiento
Por su parte, tanto el diputado y primer Vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, como el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, han expresado pleno acompañamiento a esta cruzada contra el flagelo de la corrupción, que impulsa el gobierno nacional.
Para Cabello, esta ofensiva contra los corruptos «es necesaria e indispensable para continuar avanzando por el camino correcto, el camino de la revolución. (…) Ignorarla, hacernos los desentendidos, que no está pasando nada, primero no está en nuestro ser, no está en las enseñanzas del Comandante Chávez, ni es la intención. Pero todas estas acciones hay que operarlas con el criterio estricto de pruebas en manos», expresó.
Combate frontal
El Poder Legislativo aprobó con mayoría calificada un acuerdo de respaldo a la lucha anticorrupción. Ese acuerdo fue presentado por el diputado y jefe del Bloque Parlamentario de la Patria, Diosdado Cabello.
Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, destacó la firmeza del presidente, Nicolás Maduro, en la lucha contra el problema de la corrupción. “Busquen un Presidente en nuestra historia que haya combatido la corrupción de manera tan determinante y valiente como lo ha hecho @NicolasMaduro y lo hizo Chávez. ¡Ninguno como ellos enfrentó con tanta fuerza el flagelo de la corrupción!”, expresó el alto dirigente en la sesión ordinaria del pasado martes.
Corrupción y capitalismo
Ahora bien, si algo hay que tener presente en esta coyuntura es que el fenómeno de la corrupción es intrínseco al sistema capitalista. Los escándalos de estafas gigantescas y robos mil millonarios abundan en el llamado Primer Mundo. La caída del gigante Lehman Brothers en 2008; o ahora más recientemente el colapso del Silicon Valley Bank, son sólo dos ejemplos ilustrativos. Ambos ponen de manifiesto la tendencia al robo en las grandes economías, que viene desde los mismos orígenes del capitalismo.
En el caso específico de Venezuela la corrupción es un problema, lamentablemente, casi endémico y de vieja data. Algunos historiadores han señalado que durante la Colonia se sentaron las bases de una cultura de la corrupción, ya que muchos hacendados se veían tentados a recurrir al contrabando, para eludir el férreo control de la Corona española e incrementar las ganancias transando “libremente” con ingleses, holandeses y alemanes.
Problema cultural
Luego durante la etapa republicana los escándalos de corrupción estuvieron a la orden del día durante distintas etapas. Sin embargo, fue en la IV República donde este flagelo alcanzó sus mayores picos. Como señala la investigadora y periodista, Carmen Alicia Fernández, para comienzos de la década de los 90, más de 80% de la población consideraba que los políticos venezolanos eran corruptos. Tanto así que uno de los jefes políticos del bipartidismo había señalado públicamente que en Venezuela “no había motivos para no robar”.
La llamada democracia puntofijista cayó en la depravación. En esta etapa se consolidó una contra cultura de antivalores, que hizo creer a muchas personas que quien ocupaba un cargo público y “no robaba” era un tonto. A partir de ese proceso de metástasis ética y moral del bipartidismo, insurgió el Comandante Chávez y su revolución Bolivariana, con la promesa y el compromiso de transformar la política en un apostolado de verdadero servicio público.
Lucha compleja
Y esa tarea ha sido ardua. En el camino la lista de traidores y personas que han caído en tentación ha sido larga. Entre los casos más emblemáticamente negativos, destacan los de Rafael Ramírez, Herbert García Plaza, Rafael Isea, Alejandro Andrade, Nervis Villalobos y Cristopher Figuera, entre otros, todos prófugos y protegidos por potencias imperiales.
Durante la primera etapa de la Revolución, casos como los de Raúl Isaías Baduel fueron impactantes, sin embargo los órganos de justicia actuaron apegados a Derecho. Ahora, en la etapa de Maduro también se ha mantenido un combate férreo. Antes de esta mega operación anticorrupción, a comienzos del año pasado, se había activado la operación “Manos de Hierro”.
Otras mafias
Con el operativo Manos de Hierro se detuvo a más de 13 funcionarios entre ellos el alcalde del municipio Independencia del estado Anzoátegui, Carlos Vidal, y el exfiscal Superior, Manoel Gil en Bolívar. En esa oportunidad se dio un duro golpe a las mafias de traficó de la gasolina.
Además la Policía Nacional Bolivariana también detuvo a la alcaldesa Keyrineth Fernández del PSUV y otros dos diputados, por presunto delito de tráfico de droga. En este caso se vieron involucrados los diputados Taina González (PSUV), y Luis Viloria Chirinos, vinculado a la oposición hasta 2018.
En 2021 el Fiscal General de la República, Tarek William Saab, anunciaba la detención del presidente de la empresa Lácteos Los Andes. Se trataba del coronel Luis Augusto Piligra Jiménez, por su presunta vinculación con trama de corrupción relacionada con enriquecimiento ilícito. Igualmente, se conoció de la muerte de Reinaldo González, gerente del departamento de comercialización y ventas de la empresa, quien se habría quitado la vida.
Ladrones del gas
También en 2021 el Ministerio Público solicitó órdenes de aprehensión contra el presidente de Gas Comunal PDVSA, Jacob Grey, el gerente de la planta de llenado de gas Charallave, Yohandry José Guevara Álvarez. Además, contra la gerente de la planta de llenado de gas Apacuana, Oriana Alejandra Betancourt Corales. Los tres últimos fueron capturados por la División de Contrainteligencia Militar (DGCIM) en Caracas.
Esa trama de corrupción fue develada tras la detención del propietario del galpón MARACAY GAS 2020, Adán Contreras. Allí se vendían bombonas de gas en dólares pese a que este ciudadano no poseía la permisología correspondiente para almacenar, distribuir y comercializar gas doméstico.
En 2017 se produjeron varias detenciones por casos de corrupción vinculados a la PDVSA de Rafael Ramírez, así como tramas de corrupción relacionadas con la extinta Cadivi, Cencoex y Andorra. «Hay un total de 100 detenidos, privados en libertad, algo nunca visto en Venezuela porque ahora el poder público tiene poder para ir en contra de la corrupción», señalaba en ese momento el Fiscal General, William Saab.
¿Y los de la derecha?
Con seguridad esta operación de limpieza a fondo para dar un jaque mate a la corrupción será bien recibida por la población en general. Sin embargo, la gente se preguntará cuándo le tocará el turno a los extremistas de derecha. Especialmente aquellos que hicieron lobby para que nos estrangularan financieramente, desde el exterior.
Es de esperar que si esta lucha será a fondo, es decir “caiga quien caiga”, el señor Juan Guaidó y su banda finalmente respondan ante la justicia venezolana. Es un aspecto clave para erradicar la hidra de mil cabezas de la corrupción. En paralelo a las acciones punitivas, es urgente retomar un proceso de formación y concienciación, especialmente entre las nuevas generaciones. Esto será clave para consolidar los nuevos valores de un hombre y una mujer nuevos, que definitivamente le den jaque mate a la cultura de la corrupción tan característica del sistema capitalista.
