El mundo está cambiando. Y son cambios acelerados, empujados por las nuevas tecnologías, pero –paradójicamente- también por la decadencia inocultable de las viejas potencias. Hace tan sólo 30 ó 40 años, cuando se enseñoreaba Todopoderoso el paradigma neoliberal, el mundo desarrollado se encontraba en la cúspide. Derrotada la URSS, se hablaba insistentemente de globalización y un mundo unipolar, comandado al real saber y entender de un solo país: Estados Unidos. Hoy el poderío casi omnímodo de esa nación se encuentra seriamente carcomido. A tal grado que ya a modo de chanza se habla de Estados Hundidos.
Y aunque el proceso de deterioro social ha sido sistémico (violencia ciudadana y escolar, drogadicción y obesidad masivas), la espada de Damocles que pende sobre la cabeza del imperio es la economía.
Los más románticos podrían afirmar que se trata del karma, después de todo, décadas y décadas, saboteando la economía de tantos países no podían pasar impunes. Pero la realidad, es que la pésima gerencia y hacer caso omiso del recetario del FMI impuesto a otros, pero nunca a ellos mismos, ha terminado por «tercermundizar» aceleradamente la otrora primera economía del mundo. Los Estados Unidos naufragan en un mar tormentoso que literalmente los acerca a la categoría de Estados Hundidos.
Endeudamiento loco
La receta del FMI les está explotando en la cara a sus tiránicos creadores. A ver: irresponsable manejo del endeudamiento interno; emisiones masivas de dinero inorgánico sin ningún respaldo, han forzado a subir las tasas de interés. Así han postrado la palanca del consumo a crédito y también la de la producción en la economía real. De las tres patas de poder que sustentaban al hegemón gringo sólo pervive el componente militar, las otras dos: el dólar y consumo se encuentran agonizantes.
Tras su pintoresca llegada al poder, Joe Biden, recibió un gobierno prácticamente sin fondos para seguir gobernando. El año pasado casi no tenían cómo pagar las deudas que han venido adquiriendo. Y por tanto se les dificultaba optar a más créditos.
En agosto de 2021 el gobierno norteamericano casi toca fondo al llegar al límite de deuda de 22 billones de dólares (22 millones de millones). El Departamento del Tesoro ha venido haciendo maromas para oxigenar la economía, pero ya han rebasado los límites. El monto actual de la deuda supera los 28,4 billones de dólares. El año pasado tras un tortuoso proceso de negociaciones, el congreso aprobó subir el techo del endeudamiento. Esto para impedir el cierre técnico de la administración Biden, pero los males estructurales siguen presentes.
Festival de imprimir
El analista, José Antonio Vizner, lo resume con su peculiar y cáustico estilo. «El festival de imprimir dinero, de comprar deuda, de comprarlo todo. La Reserva Federal y los Bancos centrales de Europa, Inglaterra, Japón y Suiza han inyectado cerca de 28 billones de dólares en masa monetaria, es decir liquidez. La cantidad es ingente, la que se ha puesto en el mercado para conseguir que la economía siga subiendo. Pero: ¿Alguien dudaba que esto se iba a transformar en una inflación galopante, alguien lo dudaba?», sentencia.
Así que la cacareada teoría monetarista de Milton Friedman se vuelve contra su padre político. La impresión irresponsable de dinero inorgánico ha desatado serios problemas. El diablillo de la inflación anda suelto y se avecinan gruesos nubarrones en el horizonte.
Esto lo admite el propio James Bullard, presidente de la FED de San Luis. El alto funcionario advirtió recientemente: «Este es un problema serio y debemos tomar medidas apropiadas para no repetir lo que pasó en la década de los 70 y 80. Estos niveles de inflación son similares a los que vimos en 1970 y comienzos de 1980. Esto es algo que no habíamos visto desde los días de Paul Volcker (Presidente de la FED entre 1979-1987)».
10 años de crisis
A la luz de estas declaraciones de Bullard, Vizner explica: «Esto quiere decir que la inflación se va a mantener volátil con cambios a 10 años; 10 años de crisis, de recesiones, y sobre todo de pérdida de empleos a largo plazo, algo que no estaba en la fotografía. En 2023 no habrá bajada de tipos de interés, aunque la inflación en el mejor sueño de Powell (Jerome, presidente de la FED) llegue al 2%. El mercado está en punto de capitulación. Apple anunció que disminuirá la fabricación de Iphone, porque las ventas no van como esperaban».
El sombrío panorama de los Estados Hundidos amenaza con pulverizar 9 millones de puestos de trabajo. Es decir que la tasa de paro puede llegar al 13%. Una nueva amenaza en un contexto oficial de recesión, en el que cae la producción, aumentan los precios, los salarios no suben y por ende también se desploma el consumo.
Y la inflación en los Estados Hundidos sigue siendo galopante, rondando el 8%, según destaca el prestigioso informativo de Bolsa Barron’s, de la Down Jones. A la luz de estos indicadores, el economista, Tulio Rodríguez, destaca: «No podemos seguir así porque esto no aguanta mucho más».
Golpe al bolsillo
Rodríguez analiza la situación desde el punto de vista del ciudadano de a pie. «Las aves de corral aumentan 18%, la harina, las mezclas para harina preparada el 14%; la mantequilla 14%, la carne 13,8%, la leche 13%, los huevos el 11%, es inaguantable. Ahora si te vas a otros rubros como es la gasolina, la gasolina ha aumentado el 60%. Una casa promedio ha aumentado entre 16,8% y 28%, automóviles, los nuevos 12% y los viejos 40%. Entonces yo le pregunto a la gente y a ¿cuánto le ha aumentado a usted el sueldo? Bueno cómo se llama eso: desmejoramiento total de la calidad de vida y derrumbar el contexto del sueño americano«.
Los pronósticos negativos comienzan a cumplirse. La economía de Estados Unidos entró en recesión. Así lo ha determinado un informe de la Oficina de Estadísticas Laborales, el pasado jueves. Según el documento, entre abril y junio, la economía de los Estados Hundidos se contrajo por segundo trimestre consecutivo, a un ritmo anual del 0,9%, provocando así la caída del PIB. Dos síntomas de lo que se considera una recesión técnica.
Boomerang de la guerra
Esta situación, según refleja Euronews se debería a la inflación y a la crisis económica mundial derivada de la guerra en Ucrania. Vizner lo resume de este modo: «Hemos roto mínimos anuales, estamos cayendo un 24,9% en el año y no tiene suficiente caída el mercado, sino que hoy va con una caída del 0,6% a nivel EE.UU, pero en Europa superior al 1%. El momento de recesión, provocado porque el aumento de inflación, que quita dinero del bolsillo de los consumidores y nos pone con la economía a vender menos las empresas, ya ha llegado«.
Semejante escenario hace que los peces gordos pongan sus barbas en remojo. Se teme que puedan estallar nuevas burbujas financieras o incluso revivirse crisis que se creían ya superadas como la burbuja del sector inmobiliario. ¿Recuerdan los años 2008 y 2009?
Huracán en camino
Jamie Dimon presidente de JP Morgan Chase, un verdadero tiburón de las finanzas tiene un pronóstico para nada optimista. «Aquí vienen cosas que no hemos conocido nunca. (…) Las cosas pueden ir mucho peor. Se acerca un huracán financiero… Ese huracán está ahí afuera, en el camino, viniendo hacia nosotros».
Para evitar ser unos Estados Hundidos, Estados Unidos necesitará mucho más que un milagro. Queriendo darle un puñetazo al tablero internacional con la guerra de Ucrania, ha terminado por cortarse las dos manos. «Las guerras van mal y se trasladan al Sur con consecuencias no deseadas. No estamos tomando las medidas adecuadas para proteger a Europa. No se sabe lo que va a pasar con el petróleo a corto plazo», concluye el tiburón Dimon.
