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Expediente News | Dalái Lama, niños y religión: ¿Nuestro hijos están seguros?

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El vídeo de algún seguidor o usuario indiscreto ha dejado al desnudo al Dalái Lama, quien se mantiene en el ojo del huracán de las redes sociales. Mediante las tomas viralizadas, el mundo contempló con asombro la insólita conducta del máximo líder espiritual del budismo tibetano. La reencarnación de  Bodhisattva Avalokitesvara (el Buda de la compasión) besó en la boca, y luego le pidió “que le chupara la lengua”, a un niño indio en el cierre de un acto cultural.

El vídeo habría sido grabado a comienzos de este año 2023, pero no sería sino hasta el mes de abril cuando se filtró. Apenas publicado, inmediatamente se hizo viral. Las imágenes dejaron estupefactos a millones de usuarios alrededor del planeta, que no tardaron en repudiar tales acciones. El escándalo fue de tal magnitud que el equivalente al Papa católico, para más de 500 millones de seguidores del budismo tibetano, se vio forzado a pedir disculpas en su site oficial.

Aclaratoria que oscurece

“Ha estado circulando un videoclip que muestra una reunión reciente cuando un niño le preguntó a Su Santidad el Dalái Lama si podía darle un abrazo. Su Santidad desea disculparse con el niño y su familia, así como con sus muchos amigos en todo el mundo, por el dolor que sus palabras puedan haber causado. Su Santidad a menudo se burla de las personas que conoce de manera inocente y juguetona, incluso en público y ante las cámaras. Lamenta el incidente”, expresa textualmente el comunicado.

La misiva oficial lejos de aplacar las críticas las avivó. Muchas personas se preguntaron que si eso hacía en público, que otras cosas no sería capaz de hacer su “Santidad” en privado. En Sudáfrica el partido opositor EEF solicitó a la India que el líder espiritual sea juzgado y encarcelado por abuso infantil. Entretanto, la formación de izquierda radical de esa nación calificó como “patética” la disculpa publicada. Esta agrupación política sostiene que el abuso infantil no puede ser disculpado.

En Venezuela, el Fiscal General de la República, Tarek William Saab, también se pronunció. “Ha sido repugnante ver como este falso ¨líder espiritual¨ (experto en hacer lobby a favor de una potencia extranjera en contra de China) ha usado una religión, para encubrir y a la vez promover, la criminal práctica de la pedofilia, tuiteó en su cuenta.

¿Pedofilia o pederastia?

Hasta los momentos el Dalái Lama sigue tranquilo con su vida de opulencia y grandes lujos, como corresponde a casi todos los jerarcas, no solo del budismo, sino de todas las grandes religiones (hinduismo, islamismo, catolicismo, protestantismo y judaísmo, entre otras). Aunque casi todos suelen promover la frugalidad y el desapego a lo material, los pastores de estos movimientos masivos suelen vivir, como se dice, a cuerpo de rey.

¿Pero cometió realmente un acto de pedofilia?, ¿O se trató más bien de pederastia? Si nos atenemos a la clasificación de parafilias que realiza el Dr. Rubén Hernández Serrano, estaríamos frente a un caso típico de pedofilia. Esto porque la patología consiste en obtener placer con un niño, generalmente a través de caricias. Algo que se puede observar en las imágenes, cuando “Su Santidad” toma al pequeño de los brazos y prácticamente le obliga a besarle la boca. Y luego saca su lengua y también le constriñe a “chupársela”. No puede hablarse de sexo explícito, pero sí de un claro intento de abuso pedófilo.

Colombia sacerdotes pederastas
Foto: Referencial
Alteración sexual

Como señala la investigadora colombiana, Mónica Paola Rincón Balaguera, hay diversos enfoques. Entre los que destaca la visión de Santiago Cedrés, sexólogo y presidente de la Sociedad Uruguaya de Sexología, quien establece que el abuso sexual en menores de edad, es consecuencia de la pedofilia. Clasificada como una parafilia donde el funcionamiento sexual del individuo presenta una alteración que se manifiesta, como una atracción sexo–erótica que no está orientada a una persona homogénea, sino a una persona respecto de la cual hay una diferencia etaria de por lo menos 5 años”.  Con sus 87 años, el Dalái Lama redobla varias veces la edad del niño afectado.

De igual modo, conviene citar nuevamente al Dr. Hernández Serrano, cuando explica lo siguiente: la pedofilia “son pensamientos, fantasías, urgencias, impulsos, conductas recurrentes e intensas de personas que buscan actividades sexuales con niños menores 13 años y cuando estos se encuentran en un rango de edad entre los 13 a los 16 años se habla de efebofilia”.

A juzgar por estas clasificaciones el Dalái Lama no presentaría rasgos de pederasta, al menos no en público. Sobre todo, si tenemos en cuenta que la pederastia es un término empleado habitualmente en el entorno judicial para definir a aquellas personas que han cometido un delito sexual hacia menores. En este sórdido renglón, lamentablemente, encajan más cientos de curas católicos, aspecto que tocaremos más adelante.

Impunidad y silencio

Gracias a los estudios de opinión pública, sabemos que este tipo de escándalos tienen picos de máximo interés, que luego decaen progresivamente. Así ocurre hasta que pasan al olvido, lo que favorece tremendamente la impunidad. Por desgracia este niño indio no es el único afectado. En lo que respecta al budismo, el propio Dalái Lama ha admitido públicamente que conoce desde hace décadas otros casos de abuso sexual a menores. Y, como suele ocurrir, ninguno de los protagonistas fue investigado, enjuiciado, ni condenado.

De hecho, hace poco, el líder religioso tibetano, Dalái Lama, reconoció que estaba al tanto de los abusos sexuales cometidos por maestros budistas “desde los años noventa”. Y que “en 1993” ya discutió el tema con líderes budistas occidentales”. En una entrevista con medios neerlandeses, el Dalái afirmaba que los testimonios e historias que cuatro víctimas holandesas y belgas le hicieron llegar no eran nuevos para él, porque “ya sabía todas estas cosas” desde hace varias décadas.

El buda reencarnado de la compasión, conocía igualmente las acusaciones contra Sogyal Rimpoché, un maestro budista reconocido y polémico. Este acusado desde 1992 de todo tipo de abusos contra sus alumnos en diferentes centros de retiro en Europa, especialmente en el sur de Francia.

hijos pedofilia
Foto: Google
Efectos devastadores

El daño psicológico que este tipo de actos tan repulsivos ocasionan en los niños, muchas veces es irreversible. “El niño sufre el arrasamiento de su subjetividad cuando es víctima de abuso sexual. Le es imposible tramitar y elaborar unas acciones -que se ejercen sobre su cuerpo o que él mismo debe ejercer sobre el cuerpo del otro-  que le producen sensaciones ambivalentes dado que no cuenta más que con las significaciones que le ofrece su victimario. Y estas no concuerdan con lo que él experimenta. (…) Las heridas que recibe el niño son gravísimas, más aún cuando el perpetrador es un adulto significativo del que depende”, destaca María Cristina Oleaga.

El polémico vídeo del niño indio y otros más que han visto la luz pública (el Dalái Lama sobando en el brazo a una niña; y tocando las piernas de Lady Gaga), ponen en el centro de la polémica a los jerarcas del budismo tibetano. Pero líderes de otras religiones con millones de adeptos, están muy lejos de pasar la prueba de respeto y protección a los niños. Algo francamente increíble siendo los pequeños la representación por excelencia de la candidez y la ternura.

Escándalos católicos

La Iglesia Católica tiene un expediente gigante de pederastia y pedofilia. De acuerdo con diversas investigaciones se han conocido casos de delitos de abuso a más de 330 mil niños en diversos países que incluyen a Estados Unidos, Australia, Irlanda, Bélgica, Alemania y Francia, entre muchos otros países. Las cúpulas eclesiásticas se las han arreglado para seguirse haciendo de la vista gorda con estas criminales prácticas.

Los escándalos develados les han hecho perder muchos seguidores. Y aunque distintos jerarcas católicos han pedido disculpas públicamente, son muy pocos, por no decir ninguno los párrocos condenados y encarcelados. Ciertamente, un precedente muy negativo, porque las personas que adolecen de esta perversión tienden a repetir sus agresiones contra los niños y niñas.

Judaísmo e islamismo

El islamismo  y el judaísmo tampoco salen muy bien parados. Desde el año 2011 se registran centenares de denuncias de abuso sexual en escuelas islámicas asentadas en Gran Bretaña.  Como ha reseñado el medio italiano La Stampa, Shaista Gohir, directora ejecutiva de la Red de Mujeres Musulmanas en Reino Unido, ha condenado «la hipocresía de los abusos a niños en muchos países musulmanes».

La activista ha expresado textualmente lo siguiente: “Algunos musulmanes aman condenar la inmoralidad occidental: alcoholismo, desnudez, sexo prematrimonial y homosexualidad, todos citados como ejemplos. Pero los musulmanes no tienen un monopolio sobre la moralidad. En Occidente, el matrimonio con los niños y el sexo con los niños son ilegales. Desafortunadamente, no se puede decir lo mismo de muchos países musulmanes”.

abuso sexual Monagas
Foto: Referencial

Igualmente, cita el caso de los “bacha bazi” de Afganistán. Estos son niños comprados a familias pobres, a quienes suelen vestirlos de mujer y les obligan a bailar en fiestas antes de abusarlos sexualmente. “En un país que no solo condena sino que castiga la homosexualidad entre adultos, hombres que sodomizan niños no son considerados homosexuales ni pederastas. No es un fenómeno restringido a Afganistán: la pederastia homosexual es común en el vecino Pakistán. Me pregunto cómo pueden los musulmanes quedarse en silencio frente al abuso sexual de los niños”, completa Gohir.

Rabino suicida

En el caso de los rabinos (Judaísmo), sigue desatando polémica la práctica de chupar el pene de los niños circuncidados a los ocho días de nacidos. La ceremonia es sagrada y el rabino suele succionar la sangre del recién nacido. En Estados Unidos el tema fue llevado a instancias legales y la justicia de ese país resolvió que el ritual no supone ningún daño moral, ni sexual para los pequeños. Por otro lado la comunidad de judíos ultraortodoxos ha sido sacudida por varias denuncias de abuso sexual.

En diciembre de 2021, el escritor Jaim Walder se suicidó. Esto luego que el diario Haaretz publicara una información donde se le acusaba de crímenes sexuales contra una veintena de personas, incluidos niños. Paradójicamente, Walder fue uno de los defensores de niños más destacados en la comunidad ultraortodoxa. Fundó el Centro para el Niño y la Familia en Bnei Brak, y recibió el premio “protector del niño”. Escribió 80 libros. Y fue el autor de la popular serie “Los niños hablan”, contenido de cabecera en los hogares ultraortodoxos.

Pedofilia en el protestantismo

Por desgracia, el patrón de abuso sexual contra los niños también puede observarse en el protestantismo cristiano. Hace poco, el Departamento de Justicia de Estados Unidos activó investigaciones contra la Iglesia Bautista del Sur. Se trata del mayor credo protestante en Norteamérica. Y está salpicado por denuncias de abusos sexuales.

Como suele suceder, la cúpula de esta Iglesia ya tenía en sus manos una lista detallada de religiosos acusados de abuso. No obstante, mantuvo la información en secreto mientras muchos de los denunciados continuaron trabajando en templos repartidos en todo el país.

Urgente reflexión

Más allá de la sabiduría que cada una de estas religiones pueda ofrecer a la humanidad, sus jerarcas están quedando muy mal parados. Y también sus seguidores y las instituciones que deberían regularlos. En lugar de una lucha sin cuartel y la condena unánime de la opinión pública mundial, ha prevalecido la negligencia y la hipocresía de “ver para otro lado”, frente a los recurrentes casos de pederastia y pedofilia.

Mientras tanto, ¿Quién defiende la integridad de nuestros hijos de estas monstruosidades? Al contrario se siguen naturalizando y romantizando estas aberraciones. A la luz de un patrón de abuso tan claro en las grandes iglesias, no sorprende que tengan auge otras desviaciones, como los movimientos MAP (Movimiento de Personas Atraídas por Menores) y MOP (Movimiento de Orgullo Pedófilo).
No es normal

Ambas organizaciones suelen operar en el mundo virtual, específicamente en redes sociales. Estos “activistas” abogan por que la pedofilia sea retirada de la lista de trastornos mentales de la Organización Mundial de la Salud. Su objetivo es normalizar la atracción sexual por los niños como una orientación más.

Un argumento sin sentido. Todos sabemos que biológica y psicológicamente un infante no está preparado para sostener relaciones sexuales de ningún tipo. Los niños y niñas deben tener derecho inviolable a su integridad; y a una adecuada educación sexual. Los cientos de casos de denuncias de pedofilia y abuso sexual contra niños son otra prueba más de que la humanidad no va por un buen camino. Y nuestros hijos no están seguros.

Venezuela News Radio 104.9 FM

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