En días recientes la justicia española inició un proceso legal contra el exconsejero de Sanidad municipal, Javier Guerrero, por organizar un ataque contra varios funcionarios que lo denunciaron por abusar sexualmente a migrantes menores de edad.
De acuerdo con la prensa local, desde el pasado mes de enero, el exfuncionario permanece detenido en una prisión provisional de la ciudad de Ceuta. Los medios reseñan que no tiene opción a fianza.
Previamente la Guardia Civil halló en sus investigaciones que el doctor planeaba castigar a quienes formularon la denuncia en su contra por abusar sexualmente a migrantes. En este proceso se le imputarán el cargo de conspiración de delito de lesiones.
Durante las pesquisas que se llevaron a cabo de manera secreta, el exconsejero conversó con un allegado y le dijo que quería “enviar un recadito”. Sin que Guerrero sospechara le instalaron cámaras y micrófonos en su vehículo, que registraron la llamada telefónica. Allí hizo saber sus intenciones contra cuatro funcionarios del Servicio de Protección a la Infancia de Ceuta. De hecho, se refirió a ellos como unos “hijos de puta”.
El amigo del exfuncionario labora como chofer de la Cruz Roja y ahora también se encuentra bajo investigación por coacciones. Este último presumía tener vínculos con grupos delictivos que podrían ejecutar el encargo de Guerrero a cambio de una suma de dinero.