Venezuela News conversó en exclusiva con Gerardo Sánchez, psicólogo social, presidente del Colegio de Psicólogos del estado Lara y coordinador general de la Unidad de Primeros Auxilios Psicológicos. El especialista asegura que la coyuntura actual de pandemia y deterioro de las condiciones materiales de existencia ha disparado los trastornos de salud mental. Más específicamente los de ansiedad y depresivos.
“Lo que ya podía preexistir en términos de problemas de salud mental de la población se ha exacerbado. Por lo tanto, hoy día podemos encontrar que porcentualmente las solicitudes apoyo psicológico o psiquiátrico para ansiedad y depresión han aumentado el doble o el triple en los sistemas públicos y privados de salud“, explica.
Sánchez advierte que entre las secuelas de la pandemia, “los problemas de salud mental ocuparán un lugar preponderante”. De seguido alerta que los sistemas de salud no están preparados para afrontar adecuadamente esto que llama “nueva pandemia”.
“Si ese grupo de personas que ya era suficientemente grande aumentan, como suponemos, al doble, o al triple en algunos casos, las solicitudes de apoyo de salud mental, los sistemas de salud se verán abarrotados o ineficaces“.
Desequilibrio mental asociado a situación social
Gerardo Sánchez pone el acento sobre un punto que cree vital. Y es comprender que ningún desequilibrio mental está divorciado de una situación social. “Sin la posibilidad de que la comunidad en la que existo pueda cuidarme y yo cuidarle a ella, no va a ser posible una salud mental óptima”, dice.
De modo que en estos tiempos actuales tan complejos en los que especialmente la pandemia de la covid-19 tiñe el horizonte de incertidumbre porque acaba con la capacidad humana de predecir lo que viene, es natural que habrá mayores problemas de este tipo.
“La pandemia cambia los esquemas de vida y de relaciones. Las personas entonces están sin muchos parámetros para predecir ahora lo que pasará después. Esa sensación de incertidumbre genera un malestar y la imposibilidad a veces de afrontar las condiciones propias de la vida”, expone el entrevistado.
¿Qué es la salud mental?
El psicólogo nos explica que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la salud mental “es un estado de bienestar en el cual los seres humanos podemos afrontar de manera adecuada los diferentes retos y exigencias de la vida cotidiana”. Sin embargo, a su consideración esa definición es limitada porque percibe la salud mental desde el punto de vista individual.
Entonces, agrega que “ampliando el concepto podríamos suponer que es un estado de bienestar general de la comunidad donde somos capaces de cuidarnos a nosotros mismos y de cuidar a otras personas”.
Explica que la depresión es el problema de salud mental asociado directamente al suicidio, catalogado como un asunto de salud pública en algunos países. Pero “no es que no estuviera ocurriendo antes sino que ha tenido un pico en estos tiempos (…) porque las condiciones de materiales de vida que se han deteriorado significativamente”.
Propuesta con dos niveles
Por último, el psicólogo social Gerardo Sánchez propone que las soluciones a esta preocupante situación estén en dos niveles. Un nivel estatal y otro comunitario. El primero pasa por que los Estados entiendan que los problemas de salud mental son problemas sociales. Esto conllevaría inmediatamente a elevar los presupuestos para la atención oportuna, considerando que esto “irá escalando en el tiempo”.
“Podría ser una bola de nueve que irá arrasando a las comunidades más vulnerables”, alerta.
El segundo nivel tiene que ver con que las comunidades edifiquen su propio sistema primario de atención y contención. Sugiere aprovechar los sistemas de cuidados existentes que incluso se han visto reforzados por la propia pandemia. Habla de la solidaridad entre vecinos, por ejemplo.
“La comunidad debe reencontrarse con su capacidad de cuidar a otros y los profesionales de la salud mental deben llevar ese conocimiento que muchas veces se queda en universidades y consultorios privados. Esto para conformar sistemas comunales de salud mental con promotores de salud mental en las escuelas“.
Se pregunta, finalmente para ilustrar su idea, qué no haría, poniendo por caso, una adolescente de 13 años de edad a la que en el liceo recurren sus compañeros para confiar sus problemas, si tuviera conocimiento académico para identificar, abordar y hasta predecir situaciones.
