A pocos días de las presidenciales en Colombia, el abogado defensor de derechos humanos, profesor y escritor colombiano, Athemay Sterling Acosta, advierte que la vida del candidato por el Pacto Histórico, Gustavo Petro, está en peligro y asegura que ya está en marcha un fraude electoral a favor de Federico Gutiérrez, mejor conocido como Fico.
«Yo no creo que el candidato nuestro a la presidencia, del Pacto Histórico, Gustavo Petro, y a la vicepresidencia, la negra caucana Francia Márquez, esté garantizada para ellos la vida, Creo que aún siguen en peligro. Es cierta la fragilidad de estos dos candidatos», alerta en exclusiva para Venezuela News.
«Esta campaña electoral en la que estamos participando no tiene garantías», dice como primera conclusión.
A su juicio, las amenazas de muerte a Petro y a su compañera de fórmula electoral se explican porque la clase política dominante «tiene miedo a perder, a pesar de que la oligarquía colombiana, no de hoy ni de esta semana sino desde hace ya meses, ha venido en campaña electoral armada; combinando esa campaña muy de guerra sucia con una serie de muertes, de agresiones a campesinos, a estudiantes y de genocidio étnico y político».
Asimismo, Athemay Sterling advierte que en Colombia «las mafias del narcotráfico y del ejército apoyan a la oligarquía fascista y neoliberal que está controlando el régimen político».
Campaña sin garantías
Athemay Sterling comenta que quien fue designado para asesinar a Gustavo Petro, como ha pasado con muchos otros candidatos en la vecina nación, «era un narcotraficante parte del Clan del Golfo, que es ‘Matamba’, el segundo después de Otoniel».
«Lo del Clan del Golfo hace parte de la campaña armada que el Estado colombiano está desarrollando no solamente saliendo en la plaza, sacando propaganda política, sino también matando gente y organizando militarmente a sus votantes y a los líderes electorales de la oligarquía», agrega Sterling.
Explica también que la custodia que ha garantizado el gobierno de Iván Duque a Gustavo Petro, tras su denuncia de que fue amenazado de muerte, «es un arma de doble filo y nada tiene que ver con garantizar el derecho a la vida».
Ahora, «se ven más los escudos que el propio Petro, es una forma de aislar al candidato de las masas. Y segundo, es una forma de que Duque demuestre que en Colombia supuestamente hay garantía de elecciones. Y eso es mentira, en Colombia por más escudos que pongan a Petro y a la gente nuestra no son garantías reales. La garantía real es que no haya muerto, es que se termine el genocidio político que se ha venido perpetrando en Colombia de manera sistemática», reflexiona.
No obstante, asegura que «los vamos a defender con formas nuestras de protección popular».
Consultado sobre el candidato de la oligarquía, Federico Gutiérrez, responde: «Fico es un paramilitar de la oficina de Envigado (agencia de cobro de deudas de Pablo Escobar) que le sigue las orientaciones a Uribe. Es un uribeparamilitarista. Así, a secas».
Fraude en marcha
El profesor Athemay Sterling alerta con preocupación que «ya comenzó en Colombia el fraude. ¿Cuándo hay fraude? Cuando comienza a constreñirse a condicionarse la conciencia sobre el voto. En el campo colombiano ya se ha constreñido a la gente para que no vote por Petro. Y si no, se vengarán de la población».
Describe el panorama como más grave, incluso. Los patronos han amenazado con quitar la vida a los obreros, dice. Pero además «secretarios de despacho han llamado para que se vote por Fico; es decir, el fraude ya está configurándose de manera global».
«Están forzando a votar por Fico y que no puede haber un voto por Petro ni por otro. Ese es el escudo oligárquico del genocidio político», esgrime también a modo de conclusión.
Luego, agrega que Colombia es el único país de América en el que han asesinado a varios candidatos presidenciales para truncar sus posibles ascensos a Casa de Nariño. Nombra, por ejemplo, a Galán Sarmiento, del Nuevo Liberalismo; Jaime Pardo Leal, el primer candidato de la izquierda colombiana asesinado. «Otro candidato presidencial, de la Unión Patriótica, fue Bernardo Jaramillo Ossa. Otro de una izquierda desmovilizada y electorera como el M-19, Carlos Pizarro León Gómez, de Cali, compañero nuestro», suma.
No es solo ganar la Presidencia
Para Sterling la lucha en Colombia no es solo por llegar a la Presidencia de la nación, porque eso por sí solo no será una garantía real para ejercer los cambios fundamentales que necesita ese país. Es necesario, entonces, «organizar a los movimientos populares en su conjunto y en sus diversas expresiones». Triunfar sin eso, «sería un triunfo pírrico».
«Ganamos las elecciones pero no somos capaces de abrir el camino hacia un frente amplio popular, político organizativo, no solamente electoral», añade. «Hoy lo que se requiere es el fervor juvenil (…) Cómo convertimos la rebeldía juvenil en conciencia revolucionaria y militancia política. Si no hay eso, la juventud queda no más gritando y vociferando», cierra el académico colombiano su intercambio con el comunicador Pedro Carvajalino para Venezuela News.