Según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), los países ubicados en América del Sur son especialmente vulnerables a tener días con temperaturas especialmente altas provocadas por el cambio climático que propicia el calentamiento global.
“Las olas de calor son un fenómeno complejo por la serie de impactos que tienen en la vida de las personas. En el caso de Latinoamérica, son especialmente relevantes en los países que presentan climas templados o mediterráneos, como Chile central, la zona del Chaco, en Argentina, y algunas zonas de Centroamérica con menor vegetación“, explicó a DW Lisandro Roco, uno de los expertos que participó en la reciente investigación del IPCC.
Por su parte, Yasna Palmeiro-Silva, académica en salud pública y cambio climático de la University College London, habló de cómo afecta este fenómeno climático a Centroamérica.
“Centroamérica es un caso muy particular. Ahí también impactan mucho las lluvias, y si juntamos esas dos variables, los nichos ecológicos tienden a cambiar más y mucho más rápido. A esto se suman las vulnerabilidades sociales que hacen que, ante un evento como este, sus efectos sean mayores“, dijo.
Las emisiones de CO2 estarían vinculadas con las olas de calor. En este sentido, la investigadora señaló: “si consideramos las proyecciones climáticas que van en línea con la cantidad de CO2 que emitimos se espera que las olas de calor sean más frecuentes, más intensas y más prolongadas. Estas proyecciones son para todo el mundo, pero obviamente hay diferencias regionales, porque las geografías cambian y eso hace que estos episodios sean más o menos intensos”.
Para Palmeiro-Silva, el panorama que se espera para los próximos años en Latinoamérica es desalentador. Esto se debe a que la llegada del fenómeno de El Niño pronostica un escenario propicio para olas de calor extremas.
