Trina Medina es una de las voces más recordadas en Venezuela, «Madera Fina» sin duda alguna representa un trabajo que pasó a la historia musical dentro y fuera de nuestro país.
La trayectoria de Trina va más allá de su cercanía como corista de Yordano. Desde que nació, su vena musical siempre estuvo presente con su madre, Canelita Medina «La Sonera de Venezuela» y su padre un pianista clásico.
«Lo que se hereda no se hurta, no podía escaparme de eso. No me veía como una cantante si no como una compositora», dijo la artista en exclusiva para Venezuela News.
Sin embargo, para su familia no era una primera opción que Medina se dedicara a la música. En otras épocas, las «mujeres que se metían a hacer cualquier cosa dentro de la música popular no eran bien vistas».
«Mi madre y mi padre, que sufrieron todas estas cosas, no querían que yo cantara«, nos cuenta también la arreglista. Fue durante su etapa universitaria cuando llegó a un casting para un grupo llamado Los Ideales de la gaita. A escondidas, se presentaba de noche, «mataba su tigre» y regresaba a casa.
“El show debe continuar”
Por varias temporadas, estuvo junto a un grupo de gaitas, hasta que en la pizzería Delia, en la avenida Casanova, conoce al sexteto Yaraque y comienza a cantar en otros circuitos de Caracas.
Durante ese tiempo, “alguien, porque en esta vida no hay oculto, le dijo a mi mamá: Mira, te voy a decir una cosa. Hay una muchacha por ahí cantando de noche y si no es la hija tuya es igualita”.
Sus estudios continuaron en paralelo con la música. Al graduarse, colgó su título y decidió entrar en el conservatorio para consolidar una preparación musical. También seguía junto al grupo Yaraque, logrando conocer a figuras como Chuchito Sanoja y Ricardo Landaeta.
Mientras realizaba un curso de arreglos musicales, salió la oportunidad de grabar un tema con Frank Quintero llamado “Mi no tiene con qué”.
Los caminos junto a “Madera Fina”
A finales de los 80, principios de los 90, inician los primeros acercamientos con Yordano, cuando el músico llamó a Canelita Medina para que asistiera al Teatro Teresa Carreño. “Él era su fan y quería que ella participara”.
En ese mismo encuentro, Nené Quintero escuchaba “Mi no tiene con qué” y se lo puso a Yordano, quien de inmediato preguntó: “¿Quién es esa?”.
Al consolidar su relación con Yordano, Trina Medina comienza a realizar coros con el reconocido cantautor y llegó el momento de grabar “Madera Fina”, canción del disco “Fin de siglo”.
«Se convirtió en algo que dentro de la música pop no se había probado. Una persona con una voz y estilo caribeño entrará con un trovador. Eso fue el éxito de esa dupla».
El camino que abrió “Madera fina” resultó determinante, llegando otros éxitos como “Por estas calles” y “Robando azules” que la llevaron a lo largo de múltiples giras por Latinoamérica y el Caribe.
Los rumbos como solista no tardaron en llegar. En medio de sus trabajos con Yordano y Frank Quintero, Trina pudo llegar hasta Sony Music, pero debido a intereses dentro de las disqueras el vínculo no pudo consolidarse. También se sumó un accidente, debido al cual se mantuvo 18 meses de reposo.
Su camino musical tomó otras aristas, Medina decidió dedicarse a otras especialidades como la ingeniera de sonido, llevando sus propuestas hasta el cine nacional.
Actualmente, es la directora de Cultura de la Universidad Central de Venezuela (UCV), cargo que ocupará hasta el mes de mayo, en razón de las próximas elecciones en dicho recinto.
No ha dejado de cantar y tras cumplir sus compromisos con la UCV, se dedicará a montar su estudio. Para la “Madera Fina” de Venezuela, también llegó “el momento de enseñar” a cantar.