En días recientes el economista alemán, Dieter Wermuth, advirtió que la economía mundial estaría mejor sin las criptomonedas, ya que según sus estudios, monedas digitales como el bitcoin, solo crean desigualdades sociales.
El también cofundador de la compañía alemana dedicada a las inversiones de impacto climático, Wermuth Asset Management, recomendó dejar de usar estos activos. Asimismo, el experto fijó su postura contra los criptoactivos porque, según dijo, estos facilitan el lavado de dinero.
A juicio del economista alemán, el bitcoin permite la evasión de impuestos y repercute directamente en el cambio climático. De acuerdo a su análisis, el uso de criptomonedas implica utilizar enormes cantidades de energía para ejecutar el proceso de minería.
“Las actividades del bitcoin son un juego de suma cero“, expresó en una nota de prensa publicada por la empresa. Seguidamente añadió: “Sin las criptomonedas, la economía estaría mejor: habría más dinero para el consumo y la inversión”.
Wermuth detalló que los primeros mineros de activos digitales son los que se han beneficiado de los repuntes del bitcoin, incluso antes de 2021, año en que se registró un aumento del precio.
Entretanto, remarcó que aquellos que se sumaron más tarde solo contribuyeron a enriquecer a esos inversores iniciales, siendo los más afectados con la caída registrada en 2022. Con esa descripción, el economista concluyó que la moneda digital “no distribuye la riqueza por igual”.
Las criptomonedas llegaron para cambiar las reglas del juego
Algunos periodistas y expertos en la materia aseguran que el rechazo a las criptomonedas surge por un tema de control. En 2014, la escritora del libro “El Futuro del Dinero”, Ana Tudela, adelantaba que los Estados rechazan la normalización de los criptoactivos porque no pueden controlar su uso, así como lo hacen con el dinero tradicional.
Para esa fecha, ya unas 90 mil páginas web utilizaban monedas digitales como métodos de pago. Desde entonces son más los sectores económicos que implementan su uso.
La también comunicadora social afirmó en aquella oportunidad que el uso de estos activos en la sociedad era inevitable y los países progresivamente se irían sumando. En la actualidad naciones como Venezuela e Irán cuentan con su propia criptomoneda, mientras El Salvador adoptó al bitcoin como moneda de curso legal.
