Ecologistas arrojaron este viernes el contenido de dos latas de sopa de tomate, sobre el cuadro de Vincent Van Gogh, titulado «Los Girasoles».
A través de las redes sociales el colectivo ecologista Just Oil publicó el video que se hizo viral, tras el acto cometido en la Galería Nacional de Londres.
La acción contra la pintura de Van Gogh, uno de los cuadros más icónicos de la historia, fue grabada por visitantes y miembros del grupo de estos ecologistas.
«Simpatizantes de Just Oil eligen la vida sobre el arte. En esta galería se muestra la creatividad y brillantez humanas. Pero el fracaso del gobierno para actuar contra el cambio climático y el coste de la vida destruye nuestro patrimonio», argumenta el grupo en su cuenta de Twitter.
Asimismo, en el video se escucha a una activista cuestionar el orden de valores de las autoridades, la élite establecida y la sociedad contemporánea.
«¿Qué vale más? ¿El arte o la vida?, ¿Vale más el arte que la comida? ¿Más que la justicia? ¿Os preocupa más la protección de un cuadro o la protección de nuestro planeta y la población?», pregunta una de las jóvenes, con el pelo teñido de rosa, a los sorprendidos visitantes que captaron la escena.
Activistas ecologistas arrojan salsa de tomate al cuadro Los Girasoles de Van Gogh, se pegaron las manos a la pared gritando qué es más importante, si proteger el arte o el planeta, en la National Gallery de Londres.
Fueron detenidas con cargos criminales. pic.twitter.com/tgnNMOBzGQ— PIENSAPRENSA 315 mil Seguidores (@PiensaPrensa) October 14, 2022
Ataque
El ataque se produjo a media mañana del viernes en la sala 43 de la pinacoteca nacional británica. La institución aseguró que la famosa pintura no sufrió daño alguno, aunque el líquido arrojado sí causó desperfectos en el marco.
Por su parte los miembros de Just Oil eran conscientes de que está protegido por un cristal. Cabe mencionar que este cuadro de Van Gogh está valorado por encima de los 80 millones de euros.
Posteriormente, destaparon tubos de pega que escondían bajo la ropa y se rociaron el contenido en la palma de una mano y se pegaron a la pared de la sala. Finalmente, ambas ecologistas, de 21 y 20 años resultaron detenidas por «daños criminales» y «violación de la propiedad».