Varios soldados combatientes de la rebelión cívico-militar del 4 de febrero de 1992 (4F), que encabezó el Comandante Hugo Chávez, protagonizaron una parada militar en el icónico Cuartel de la Montaña, donde reposan los restos del líder de la Revolución Bolivariana.
Desde esta actividad conmemorativa, uno de los participantes de esa fecha que partió en dos la historia de Venezuela, Diosdado Cabello, dijo que ese día «nos alzamos contra el imperialismo norteamericano, que era quien gobernaba este país».
«Este país había sido entregado al Fondo Monetario Internacional, había sido empeñado a las transnacionales extranjeras, de las grandes potencias», expresó.
«Podemos decir hoy con más certeza que nunca: ¡No volverán los que vendieron la patria!», sentenció.
Mensaje al corazón del pueblo cuando nadie le hablaba
El también parlamentario consideró que «Chávez con su ‘Por ahora’, mensaje de esperanza para el futuro de menos de un minuto, le habló al pueblo cuando nadie le hablaba». «Fue entendido por el pueblo, llegó al corazón», dijo.
Cuestionó que «desde las cárceles de la dignidad, jamás vimos a la OEA pidiendo nuestra libertad. Jamás vimos a la embajada norteamericana preocupándose por lo que le ocurría al pueblo de Venezuela».
«Antes éramos pocos, hoy no. Hoy somos muchos y somos que jode. Nuestra Fuerza Armada es profundamente bolivariana, antiimperialista, socialista, chavista. Chávez se nos metió en el corazón. Por eso estamos aquí de pie», dijo enfático.
Asimismo, Cabello destacó la valentía del presidente Nicolás Maduro. «Es muy fácil negociar con los gringos, arrodillárseles. El compañero presidente Nicolás Maduro ha decidido mantenerse de pie y con Nicolás nos mantenemos de pie».
Finalmente contó que aquel 4F, «sabíamos que las posibilidades de éxito eran absolutamente nulas pero eso no nos hizo retroceder (…) Mi reconocimiento a todos los que están aquí. Son héroes modernos. Como dijo Bolívar, cuando el clarín de la patria llama hasta el llanto de la madre calla».
Oradora de orden, una combatiente mujer
En el acto de homenaje también estuvieron otros líderes del 4F como Jesús Suárez Chourio y José Gregorio Vielma Mora, ambos diputados a la Asamblea Nacional (AN); Gerardo Márquez, hoy gobernador del estado Trujillo; la Coronela Marisol Terán, una de las mujeres participantes de la insurrección. Esta fungió este sábado como oradora de orden. Todos con pañuelos rojos y brazaletes tricolores alusivos al 4F.
Terán destacó en su discurso que hace 31 años «dimos los primeros pasos para poner fin a un sistema de gobierno que tenía entregado, hipotecado y humillado a nuestro país ante el Fondo Monetario Internacional, lo que nos hacía cada vez más pobres y dependientes del imperio norteamericano».
«Fue un día de sacrificio y entrega ya que estaba en juego nuestras vidas. Ese día prevaleció esa fuerza transformadora y universal: el amor por la patria», sumó.
Poderosos motivos para participar
Terán narró en su discurso que como profesional de la salud vivió muy de cerca los resultados de El Caracazo, antecedente determinante para la concreción del 4F, «cuando el pueblo hastiado se lanzó a la calle a expresar su impotencia, sufrimiento, ira y frustración, tras décadas de represión e incompetencia de la clase política. Fue un holocausto popular».
Agregó, al hablar de por qué se sumó a la rebelión, que le «marcó para siempre, recibir el cadáver de mi Mayor del Ejército Felipe Antonio Acosta Carlez, con un disparo fulminante en el tórax, con quien hice curso de paracaidismo. Me pregunté: ¿Por qué nosotros mismos masacrábamos a un pueblo?».
Consideró que «ante la aparición de enemigos internos y externos que se oponen al proyecto bolivariano, es necesario más que nunca mantenernos unidos y en batalla participando en los diferentes espacios de gestión publica. Desde donde podamos ayudar a nuestro Comandante en Jefe Nicolás Maduro, que nos ha demostrado ser un estadista y líder a la altura del compromiso de continuar el legado de Chávez».
Previamente el moderador de la parada militar dijo que «hay fechas en las que todo el caudal de la historia revela y marca el rumbo nuevo de los pueblos, que signan y despejan, que se convierten en compromiso y señalamiento de un destino que tiene que acontecer para calibrar el pasado y ver con más claridad el horizonte libertario. Así fue el 4 de febrero que hace 36 años conmocionó la historia del país».
Durante la parada, el cantautor y diputado a la AN, Cristóbal Jiménez, interpretó Linda Barinas, famosa canción de Eladio Tarife, que inevitablemente recuerda siempre a Chávez.