Este jueves, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) celebró con un acto multitudinario en Caracas los 16 años de su fundación. Su primer vicepresidente, Diosdado Cabello, llamó a hacer de la tolda una gran maquinaria social de atención de necesidades. Además, el parlamentario dijo que las tareas fundamentales son seguir ganando elecciones, buscar a los descontentos y garantizar la continuidad de la Revolución.
Diosdado Cabello celebró, asimismo, que “la estructura que tiene el Partido no la tiene nadie”. Y dijo más: “La militancia que tiene el PSUV no la tiene nadie. Ustedes han aguantado mil y unas y no se han rendido”.
Según su valoración, el actual es “el Partido que el Comandante Hugo Chávez siempre soñó”. La tolda, dijo, ha trascendido a los intereses personales o de grupos.
Recordó que el III Congreso de la tolda, que se realizó inmediatamente después de la partida física de su líder creador, Hugo Chávez, fue “el mejor de todos los que hemos tenido porque en ese Congreso hubo cero discusiones por divisiones; se acabaron los divisionistas y el Partido comenzó a avanzar”. El IV permitió continuar por esa senda, lo mismo que el V, que se hizo este año.
Ganar elecciones y garantizar continuidad del socialismo
“¿Tareas? Ganar las elecciones es una y es fundamental. Tenemos que ir a la búsqueda de los que andan disgustados. Hay que hacer un mapa de la calle, de la comunidad, de UBCH y ahí poner a los descontentos. Eso tiene un perfil. Quiénes han sido opositores, a quiénes no les gusta la política”, dijo. A su juicio, “la Revolución tiene moral para tocarle la puerta a cualquier venezolano, porque jamás hemos discriminado a nadie”.
“Vamos a un proceso electoral para ganar, para que la Revolución siga. Eso hay que tenerlo muy claro porque ellos le transmiten a sus amos del imperio que estamos listos para irnos”, sumó.
Y agregó optimista: “Las elecciones cuando sean las vamos a ganar. Se lo hemos dicho a la oposición y al imperialismo. Ellos no lo creen. Ni por las buenas ni por las malas podrán. Por las buenas vamos a a ganar y por las malas les estamos esperando con un garrote”.
Asegurar la escolarización de niños y jóvenes es otra tarea estratégica, refirió el diputado del PSUV. “Hay que buscarlos y llevarlos a que vayan a recibir sus clases porque ese es el futuro de esta patria”.
No obstante, manifestó, “seguir adelante en la construcción del socialismo es, quizá, la tarea primordial que tenemos”.
Duro año
Diosdado Cabello destacó que el PSUV arriba a su aniversario 16 en un año sumamente complejo. “EEUU acentuó las amenazas contra Venezuela, pero no contaban con un pueblo organizado que los derrotó en cada ocasión y les seguirá derrotando”.
En ese sentido llamó la atención sobre la necesidad de la unidad y otros valores. Por ejemplo, afirmó que “si algo debe tener un revolucionario es disciplina”. Este es “un tema intrínseco a los revolucionarios y dar el ejemplo es fundamental”.
En ese sentido, señaló que en su caso está dispuesto a ir a dónde tenga que ir, “sin ningún tipo de complejos, y además trataría de hacer todo lo que tenga que hacer para ser el mejor en mi trabajo”.
Después destacó que “si no somos capaces de alzar nuestra voz y que el pueblo se enfrente a los viejos vicios no estamos haciendo una Revolución”.
Algo de historia
En su discurso, Diosdado Cabello repasó grosso modo aspectos de la historia del PSUV. “Nadie vaya a pensar que el partido nació así porque el Comandante (Chávez) dijo vamos a hacer un acto en el Poliedro y a ver qué se nos ocurre. El Comandante no era un improvisado, no”. Entonces rememoró que al principio se planteó que fuera Partido Único, pero la idea no prosperó porque el propio líder predijo que habría otras manifestaciones revolucionarias que no querrían insertarse al PSUV.
Cabello aseguró también que el origen fue “una izquierda que no tenía vocación de poder, que en unas elecciones se conformaba con 5%, aun cuando tenía líderes extraordinarios como José Vicente Rangel”.
Es, añadió, la misma izquierda que obligadamente se fue a la guerrilla porque no había alternativas durante la IV República, pero también la que luego logró ganar en urnas de forma abrumadora con el Comandante Chávez a la cabeza, a pesar de un sistema electoral corrupto. Es así que “los primeros años fueron de mucha incertidumbre política, para dónde voy, qué hago. Alrededor de Chávez había gente muy mala y muy buena. Había un señor perverso llamado Luis Miquilena”. A este le calificó de “mafioso a la orden de mafias financieras”.
Además de Miquilena, denunció, había grupúsculos conspirando desde adentro contra el Comandante Chávez y los objetivos de la Revolución incipiente. “Buscaban que Chávez no tuviera poder dentro del Partido”, entre ellos nombró al periodista y político Juan Barreto. “Lo que estoy diciendo es lo que ocurrió y si veo a Juan se lo digo en su cara. No tengo que estar perfumando nada”.
Ellos “pretendían dejar a Chávez como presidente honorario, por propuesta de Juan Barreto”. “Presidente honorario un carajo, Chávez es el presidente del Partido”, contó que dijo él mismo, junto a la fallecida Lina Ron, cuando le pidieron comunicarle la idea al Comandante.
“El vampirismo muta, se transforma, cambia de piel pero no de colmillos”, dijo tras referirse a que los intentos de excluir a Chávez persistieron en los años siguientes.
