Venezuela conmemora este domingo 4 de febrero (4F), 32 años de la rebelión cívico-militar que lideró el entonces teniente coronel Hugo Chávez Frías. Estos hechos marcaron la historia de Venezuela en dos, dando inicio a la Revolución Bolivariana.
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“Hay fechas en las que todo el caudal de la historia se revela y marca el rumbo nuevo de los pueblos; hay fechas que signan y despejan, que se convierten en compromiso y señalamiento de un destino que tiene que acontecer para calibrar el pasado y ver con más claridad el horizonte libertario, así fue el glorioso 4 de febrero de 1992”, escribió Chávez en una carta.
Del Caracazo al 4F
La rebelión del 4F de 1992, tuvo su génesis tres años antes, en 1989. Para entonces el presidente Carlos Andrés Pérez, ordenó la masacre del pueblo que salió a las calles de Guarenas y Caracas aquel 27 de febrero en contra del paquetazo neoliberal, que implementó Pérez siguiendo las órdenes del FMI.
Esta rebelión popular del 27-F, fue nada menos que la primera rebelión en contra del FMI en Latinoamérica y despertó la chispa del movimiento que gestaba Hugo Chávez dentro de las fuerzas armadas.
“Quienes de la mano de Bolívar, Robinson y Zamora, nos levantamos en armas salimos aquella madrugada a jugarnos la vida por la patria y por el pueblo, teníamos plena conciencia de que en Venezuela había tocado fondo tres años atrás con la rebelión del 27 de febrero de 1989 que nos había marcado el camino; el pueblo en esa fecha ofrendó su vida combatiendo en las calles el neoliberalismo salvaje que Washington pretendía imponernos”, destacó.
Los hechos
La madrugada del 4 de febrero de 1992, Venezuela despertó en medio de una rebelión de militares.
Los uniformados se identificaron como el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200). Este movimiento nació a lo interno de las fuerzas armadas en 1983 en la doctrina de las Tres Raíces, Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora.
El asalto al palacio de Miraflores comenzó a las 12 de la madrugada de ese día. En simultáneo tomaron La Casona, y otras importantes ciudades del país. Los enfrentamientos fueron intensos en algunos casos.
Frustrado el intento de toma de la ciudad capital, Caracas, los insurgentes liderados por Chávez se rindieron. Ya las guarniciones del interior del país habían sido recuperadas por las fuerzas leales al gobierno de Pérez.
Por ahora
«Por ahora los objetivos que nos planteamos no han sido logrados…», fue la célebre frase que catapultó a Chávez y le dio la victoria política de un movimiento que militarmente había fracasado.
Chávez fue privado de su libertad por fuerzas de seguridad. Su histórica alocución fue transmitida ante los medios de comunicación del país, en donde por primera vez alguien en la historia de Venezuela, asumía la responsabilidad de los hechos.
Así las cosas, Chávez ordenó a los insurgentes que aún luchaban en Aragua y Valencia que se rindieran para evitar mayores derramamientos de sangre, al tiempo que pedía a sus partidarios deponer las armas.
Para siempre
A partir del 4F, el sueño de una Venezuela distinta pasó de ser una utopía a algo que podía concretarse. Los venezolanos vimos un movimiento y un líder capaz de asumir el proceso de cambio que necesitaba el país.
32 años después y pese a miles de intentos de desestabilización, sabotaje y magnicidios frustrados, Venezuela sigue siendo referencia en la construcción de un modelo de desarrollo distinto que pone por encima al ser humano, soberano e independiente.
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