Científicos estadounidenses descubrieron el daño fatal que provoca en envases para bebés y bolsas de plástico reutilizables al ser calentados en el microondas.
La Universidad de Nebraska-Lincoln reveló que usar el microondas en estos tipos de recipientes libera millones de partículas de micro y nanoplásticos.
Los científicos realizaron un experimento con envases para bebés de polipropileno y una bolsa reusable de polietileno. Estos se usaron en 3 contextos diferentes; refrigerados, almacenados a temperatura ambiente y calentados por microondas.
En el estudio se utilizó agua desionizada y ácido acético al 3 %, para simular productos lácteos, frutas, verduras y otros alimentos un poco ácidos.
Los resultados revelaron que el calentamiento en un microondas de mil vatios provocó la mayor liberación de micro y nanoplásticos, en contraste con los otros ambientes.
En envases para bebés calentados en microondas, la ingesta diaria más alta fue de 20,3 nanogramos por kilo cada día. Quienes consumieron productos lácteos calentados en recipientes de polipropileno absorbieron 22,1 nanogramos por kilo cada día.
El autor principal del estudio, Kazi Albab Hussain, destacó la importancia de conocer la cantidad de micro y nanoplásticos que absorbemos, sobre todo en envases para bebés.
“Así como entendemos el impacto de las calorías y los nutrientes en nuestra salud, conocer el alcance de la ingestión de partículas de plástico es crucial para comprender el daño potencial que pueden causar”, agregó Hussain.
Mortal para las células embrionarias renales
Adicionalmente se realizaron algunas pruebas para evaluar el nivel de toxicidad que estos micro y nanoplásticos le provocan a las células humanas.
Estas pruebas revelaron que los polímeros extraídos en recipientes de plástico pueden causar la muerte a más del 77 % de las células embrionarias renales.
En conclusión, los científicos resaltaron la importancia de impulsar estas investigaciones para precisar el alcance total de la toxicidad de los plásticos en el humano. Sin embargo, también reafirmaron que estos hallazgos “demuestran que la toxicidad de los micro y nanoplásticos está muy relacionada con el nivel de exposición”.
