En Australia, decenas de familias deben hacerle frente a una crisis habitacional que los obliga a dormir en carpas, mientras el Gobierno sigue mandando ayuda militar a Ucrania.
Nueva Gales del Sur, ubicada en la localidad de Moruya, es un popular destino turístico para los habitantes de Sídney y Canberra. Sin embargo, tras las maravillas de la localidad se esconde una realidad que para quienes la padecen resulta vergonzosa.
“Estoy tan avergonzada. Mi hija se merece algo mejor de lo que puedo darle”, expresó Kelly a medios locales.
Ella es una de las residentes del campamento North Head. Un campamento donde las personas pueden vivir solo dos meses. Si embargo, la crisis habitacional ha obligado a más de 50 familias a permanecer en la zona, ya que no tienen otro lugar adonde ir.
Familias jóvenes, niños, adultos, viven en carpas, por lo que carecen de acceso a agua potable y electricidad. Además, deben hacerle frente a otros peligros, pues viven en medio del acecho de ratones y serpientes.
Quienes residen en el campamento, son personas que están imposibilitadas de encontrar un hogar para vivir, debido a que luchan para llegar a fin de mes.
“Estamos viendo una nueva clase de personas sin hogar llamadas trabajadores pobres, que tienen trabajos de tiempo completo pero simplemente no pueden encontrar alquileres asequibles a largo plazo en su área”, explicó Lachlan Fuzzard, de la organización sin fines de lucro The Family Place.
Uno de los principales factores que han generado esta crisis habitacional en esa zona, son los incendios que se registraron en Australia en 2019. Las llamas destruyeron 501 casas, pero solo 122 han sido reemplazadas, la situación se vio agravada por los problemas de suministro de materiales de construcción.
Millonaria ayuda militar de Australia a Ucrania
Mientras esta realidad se propaga desde 2019, cual incendio, el gobierno pone su vista en el exterior y prefiere destinar recursos para apoyar a Ucrania en el conflicto con Rusia.
A finales del mes pasado, el gobierno australiano anunció el envío de asistencia militar a Ucrania, que incluye el despliegue de drones.
Cabe destacar que cuando empezó el conflicto entre Rusia y Ucrania, el primer ministro de Australia, Scott Morrison, anunció un aporte de más de 45 millones de euros para financiar la capacidad militar de este último país.
