La reforma judicial promovida por el primer ministro Benjamín Netanyahu, sigue siendo la manzana de la discordia en Israel, mientras las protestas se incrementan.
Nuevamente una jornada de protestas ha elevado la tensión entre colonos y el gobierno de Benjamín Netanyahu, teniendo como centro la reforma judicial.
Las movilizaciones no hacen más que intensificarse dado que los manifestantes rechazan el plan de Netanyahu de controlar la Corte Suprema.
Miles de israelíes contrarios a la polémica política de Netanyahu se mantienen en las calles, llegan a bloquear los acceso de la Bolsa de Valores de Tel Aviv.
Medios como New York Times subrayan que las protestas se produjeron pocas horas después de que el presidente Biden invitara a Netanyahu a una reunión en Estados Unidos, en los próximos meses.
Todo, ello después de que Biden dijera que no se reuniría con el primer ministro “en el corto plazo”.
Un peculiar cambio de planes por parte del inquilino de la Casa Blanca, y que trajo consigo el desánimo de los manifestantes. Tomando en cuenta que se esperaba una disuasión de Washington para poner coto a las reformas de Netanyahu.
Presiones
Entre tanto, el movimiento de protesta está tratando de ejercer presión interna sobre Netanyahu a través de los sindicatos y los reservistas militares.
New York Times destaca que miles de miembros de la reserva militar israelí han amenazado con retirarse del servicio voluntario si la ley sigue adelante, una medida que podría afectar la capacidad operativa de los sectores militares clave, en particular la Fuerza Aérea, que depende en gran medida de los pilotos de reserva.
Thousands of Israelis blocked highways and held dozens of rallies across central Israel to protest Prime Minister Benjamin Netanyahu’s plan to finalize a law next week that would limit the power of the judiciary.https://t.co/LA9lxeXkLB
— The New York Times (@nytimes) July 18, 2023
¿Democracia en un hilo?
Los manifestantes temen que la ley socave la democracia al reducir la supervisión judicial del gabinete.
Alertan que las pretensiones de Netanyahu, solo permitirá una mayor extralimitación del gobierno para allanar el camino para una sociedad más conservadora, religiosa y patriarcal.
En tanto, el gobierno de Netanyahu recalca que el plan mejoraría la democracia al hacer que los legisladores electos estén menos en deuda con los jueces no electos.
