Entrevistado en exclusiva por RT, el expresidente ecuatoriano Rafael Correa calificó de “cruel paradoja” que el Tribunal Superior de Justicia de Londres aprobara este viernes extraditar a Estados Unidos al fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
“Es tremendo atentado a los derechos humanos de un periodista por el pecado de haber dicho la verdad, porque alguien que me diga si mintió. ¿Y no es ese el objetivo del periodismo: ser guardianes de la verdad?”, cuestionó en su intervención.
Responsabiliza a su sucesor, Lenin Moreno, de ser un “sinvergüenza que negoció la cabeza de Assange con el gobierno de Trump”. En ese sentido, especificó que tiene evidencias de que Moreno, apenas seis días después de haber asumido la presidencia de la República, se reunió con Paul Manafort, jefe de campaña de Donald Trump, y le “ofreció entregar a Assange a cambio de ayuda financiera”.
A su juicio, “Moreno destrozó la Constitución ecuatoriana porque está a favor de Estados Unidos y de masacrar a Julian Assange”. Irrespetó, añade, el artículo 41 de la carta magna ecuatoriana, según el cual “la República reconoce los derechos de asilo y refugio. El Estado respetará y garantizará el principio de no devolución además de asistencia humanitaria y jurídica”.
Efecto demostración
Correa opina que el propósito del establishment es clarísimo. “Efecto demostración”, dice. “Que nadie más se atreva a denunciar los secretos de las grandes potencias. Y cuidado. Yo estoy de acuerdo que debe haber información confidencial en ciertos Estados y si se ha roto la ley ser juzgado con el debido proceso”. No obstante, asegura que su gobierno otorgó asilo a Julian Assange “precisamente porque no había garantía de debido proceso”.
“Pero además uno puede tener información confidencial de cuántas tropas tienen en algún lado, dónde están los puntos de inteligencia, pero crímenes de guerra no pueden ser secreto de Estado, eso tiene que conocerlo el mundo entero y ser sancionado con total transparencia”, añade.
Mundo al revés
Para el líder de la Revolución Ciudadana, el sistema imperante funciona al revés. “En lugar de sancionar a los criminales de guerra, persiguen al que denunció”.
Añade como reflexión: “Por un instante imaginen si Julian Assange no revelaba secretos y crímenes de guerra de EEUU sino de Rusia. Ya le habrían levantado un busto a la entrada del puente a Londres y al lado de Obelisco de Washington. Es una doble moral, una hipocresía total. Además, Julian Assange obtiene la información pero los que publican la información son The New York Times, The Guardian, El País. ¿Por qué no juzgan a esos medios? Es un doble estándar terrible y están tratando de cortar la soga por la parte más débil”.
“Si Assange hubiera revelado secretos de China, de Rusia, de los gobiernos de izquierda latinoamericanos, de mi gobierno estaría siendo aplaudido por la gran prensa internacional (…) Pero como fue contra el país hegemónico, EEUU, ahora sí es un criminal y la prensa calla, mira hacia otro lado o inclusive aplaude una masacre contra uno de sus colegas”.
Remata diciendo que “al mundo no lo rige la justicia ni la moral, sino los intereses de los más poderosos”, cerró Correa.
Extradición
El Tribunal de Apelación de Londres decidió este viernes regersar el caso de la extradición de Assange a Estados Unidos a un tribunal inferior de Westminster. Según la corte, hay garantías suficientes de que el periodista no será sometido a las medidas administrativas especiales cuando esté en el país norteamericano.
Stella Moris, pareja de Assange, calificó la sentencia de “grave error judicial“. “¿Cómo puede ser justo, cómo puede ser correcto, cómo puede ser posible extraditar a Julian al mismo país que planeó matarlo?”. Anunció que el equipo de defensa impugnará el veredicto lo antes posible.