Luiz Inácio Lula da Silva asume el poder este 1 de enero y sumará nuevamente a Brasil a la izquierda de América Latina.
Sin embargo, analistas aseguran que lo hará con un elevado pragmatismo, moderación, sin cargas ideológicas y centrado en promover la integración.
¿Qué Brasil es el que recibirá Lula da Silva?
El Brasil que recibe Lula es muy distinto al que dejó cuando salió de su período de gobierno en el pasado.
“Brasil vuelve al mundo”, dijo Lula, quien considera que el país se convirtió casi en un “paria” internacional con la política exterior impuesta por el presidente saliente, Jair Bolsonaro, marcada, cabe resaltar, por su pensamiento ultraconservador.
La gestión externa de Bolsonaro alejó a Brasil sobre todo de América Latina. De hecho, sus primeras decisiones fueron abandonar la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), por considerar dichos mecanismos como “dominados por la izquierda”.
Lula participó en la creación de ambos organismos, a los que Brasil se reintegra ahora. Junto con el Mercosur, serán la nueva brújula de relaciones externas del país. También le toca al nuevo presidente tender puentes hacia África y el resto del mundo.
Brasil de Lula: Ideología de integración
Críticos suponen que este nuevo Brasil cambiará su actual alineamiento con la ultraderecha global por una orientación de izquierda. Sin embargo, el diplomático Mauro Vieira, designado como ministro de Relaciones Exteriores por Lula, afirmó que la política de Lula hacia el mundo estará completamente despojada de ideologías.
“Brasil es uno de los pocos países que mantiene relaciones diplomáticas con todos los miembros de las Naciones Unidas (…) la integración será la única ideología”.
Vieira ya ocupó ese cargo entre 2015 y 2016, durante el Gobierno de Dilma Rousseff, vale recordar. Es un diplomático de carrera, ajeno al mundo partidario y conocido por su pragmatismo, moderación y perfil técnico.
El nuevo ministro también aclaró que el énfasis que Brasil pondrá en los países de América Latina y África no relegará a un segundo plano las relaciones con Estados Unidos, la Unión Europea y Asia, las cuales ha calificado de “estratégicas”.
Diversidad en la gestión
La diversidad que anuncia el nuevo Gobierno brasileño es una de las características de la América Latina que recibirá a Lula en su retorno al poder.
De hecho, Vieira anunció que Brasil restablecerá este mismo 1 de enero las relaciones con la Venezuela de Maduro, tildado de “dictador” por el Gobierno de Bolsonaro, que reconocía al cada vez más debilitado opositor, Juan Guaidó como “presidente legítimo”.
Lograr éxitos con rapidez
Para el politólogo Carlos Melo, Lula debe actuar con rapidez y lograr éxitos para aplacar a la oposición. Sin embargo, asegura que no será nada fácil para Lula pues “Brasil sufre ahora una crisis económica peor que la de 2022”.
La situación económica mejoró en los últimos meses, pero las ayudas por la pandemia y el aumento de los beneficios sociales formaron un gran agujero económico según Melo. Asimismo, Lula necesita aprobación parlamentaria para poner freno a la deuda y una mayoría, para llevar a cabo una reforma fiscal.
“Si Lula no obtiene un amplio apoyo político, corre el riesgo de comenzar de inmediato con una crisis”, afirmó Melo.
Futuro cercano: La Celac como mecanismo
La cumbre que la Celac celebrará el próximo 24 de enero en Buenos Aires será, hasta ahora, el primer compromiso internacional de Lula, quien así sellará el regreso de Brasil a ese organismo.
También recobrará una tradición de la diplomacia brasileña, según la cual Argentina es el primer país al que un nuevo presidente viaja en visita oficial. Fue así durante décadas, hasta que Bolsonaro lo ignoró y en 2019 eligió para su primer viaje el Estados Unidos del entonces presidente, Donald Trump.
En el caso de Lula, ya quedó invitado para una visita oficial a Washington por Joe Biden y, según Vieira, se concretará en el primer trimestre de 2023, período en el que el nuevo presidente brasileño también pretende viajar a China.
