Investigaciones realizadas por diversos medios, organismos y fundaciones, arrojan que el dinero donado por Estados Unidos (EEUU) a Ucrania con el objetivo de financiar el conflicto contra Rusia, proviene de los bolsillos de los contribuyentes estadounidenses a través del pago de sus impuestos.
En agosto pasado Richard Stern, experto de la Fundación Heritage advirtió que esas ayudas de Washington a Kiev les cuestan cientos de dólares a los ciudadanos. En esa oportunidad indicó que los montos aprobados son 12 veces superior a los recortes de gastos prometidos por la Cámara de Representantes.
“Al igual que con todos los nuevos gastos federales, este derroche de 113 mil millones de dólares se sumó a nuestra deuda nacional. Costará más de 300 dólares en concepto de intereses por familia a lo largo de la década“, dijo en una entrevista para el medio The Daily Signal.
Solo en lo que va de 2023 EEUU ha donado a Ucrania 70 mil millones de dólares, un dinero extraído de los impuestos estadounidenses. De ese monto se estima que 29 mil 300 millones de dólares se destinaron a la asistencia militar directa. Dicha suma se autorizó para la compra de equipos militares como tanques, drones, sistemas de defensa antiaérea y helicópteros. Entretanto, otros 45 mil millones de dólares se desembolsaron para los denominados “fondos de emergencia”.