La organización estadounidense Codepink anunció este viernes que está gravemente preocupada por la condición de salud del diplomático venezolano Alex Saab, encarcelado ilegalmente en Estados Unidos. Basándose en el anuncio que hizo la víspera el Movimiento Free Alex Saab, advierte que la vida del funcionario corre peligro, por lo que hace “un llamado urgente al gobierno de EEUU para que intervenga rápidamente”.
“En julio, el médico de Alex Saab descubrió que sufría hemorragia gastrointestinal, un posible signo de recaída del cáncer. Para empeorar las cosas, había estado vomitando sangre durante semanas y, sin embargo, las autoridades estadounidenses no habían tomado ninguna medida para tratarlo. ¿Cuál es la razón detrás de la negativa de EEUU a brindar atención médica?“, expresa en una nota publicada en su portal web.
Al mismo tiempo, Codepink responsabiliza al gobierno de EEUU por el bienestar del diplomático Alex Saab y pide su pronta liberación. Instamos a los poderes fácticos a emplear tácticas humanas, políticas y diplomáticas para abordar esta situación atroz.
Deterioro alarmante
En julio de 2021, el Grupo de Trabajo contra la Tortura y varios relatores de la ONU dieron la voz de alarma sobre el preocupante deterioro del estado de salud de Alex Saab después de que el médico de cabecera de Saab lo visitara en Cabo Verde el 7 de julio, expresa la organización. Agrega que el especialista identificó múltiples problemas graves, entre ellos anemia, anorexia, diabetes mellitus tipo 2, hipotiroidismo, hipertensión y un alto riesgo de enfermedad tromboembólica, incluida la embolia pulmonar y la trombosis venosa profunda. A ello se suma una infección por la bacteria Helicobacter pylori en la sangre de Saab y una endoscopia reveló sangrado del tracto digestivo, lo que puede indicar una recurrencia del cáncer.
El movimiento de paz y defensor de los derechos humanos recuerda que a Alex Saab “a pesar de los llamados de los relatores de la ONU, se le ha privado de atención médica por las dolencias que ha padecido. Su detención en el Centro Federal de Detención de Miami es incluso peor que en Cabo Verde, ya que no se le permiten visitas familiares, por lo que no puede ver a su esposa e hijos durante más de dos años y ocho meses. Además, no se le ha permitido la visita consular, que es un derecho humano de todo preso privado de libertad“.
