Este, 5 de marzo de 2023, se cumplen 10 años de la partida física del Comandante Chávez. Todos los revolucionarios del país, la región e incluso del mundo, rinden tributo a las ideas a través de las cuales se erigió la Revolución Bolivariana con el triunfo lapidario del año 1999.
El liderazgo de Hugo Chávez trascendió fronteras e ideologías. La coherencia entre su discurso y praxis revolucionaria constituyen la principal diferencia entre el modelo neoliberal de la “democracia representativa” con la democracia participativa y protagónica, sobre la cual se sostiene el proyecto político que lidera hoy el presidente Nicolás Maduro.
La deuda social heredada de los gobiernos posteriores al Pacto de Punto Fijo, fue el resultado de la instrumentación de políticas neoliberales donde las tensiones sociales estaban a flor de piel. En este contexto, Chávez encarnó la esperanza de los sectores más vulnerables invisibilizados por el dogma neoliberal.
Esta realidad demandó un liderazgo transformacional cuya genialidad -característica de su personalidad – poseía ese visionario llamado Chávez. Trastocando el orden impuesto por la clase dominante logró construir un nuevo equilibrio social, político y económico en función de un proyecto país en el que se represente las grandes mayorías de la sociedad venezolana.
La política social de Chávez rompió con los esquemas del pensamiento dominante, incluso – incomprendida por ciertos sectores de la izquierda – conservan hoy más que nunca sus ideas y premisas, expresadas en las diversas alocuciones e intervenciones, toda vigencia y sabiduría.
Por poner un ejemplo, en febrero de este año, la Unión Europea aprobó prohibir la producción de carros nuevos a gasolina y diésel a partir del año 2035 obligando a las grandes empresas a invertir aceleradamente en la migración hacia los vehículos eléctricos, como una opción necesaria que apunte hacia la conformación de una nueva ecuación energética global.
Chávez, 14 años antes de esta medida, impulsó una férrea y visionaria política de producir carros a gas en Venezuela. ¿Qué sería hoy de nuestro país si esa visión se hubiese concretado? Especialmente, si pensamos en los efectos que han tenido las sanciones en la producción y distribución de combustible para la satisfacción de la demanda interna.
Son reflexiones que no podemos dejar de hacer. La burocracia y la ineficiencia son un cáncer a lo interno de las estructuras del Estado. Razón por la cual, el Comandante Chávez creó las Grandes Misiones Sociales como una vía alternativa para atender de forma oportuna la deuda social.
Chávez rescató el carácter político y social de la economía, en una época donde el dogma neoliberal cabalgaba a placer en detrimento de nuestros pueblos. El gasto público se transformó en inversión social, comprendida la importancia de contar con cada mujer y hombre en la construcción y consolidación del proyecto político país para impulsar su progreso y desarrollo con justicia social.
La mejor forma de honrar su memoria es predicar con el ejemplo, con su ejemplo, ese que nos demostró: sensibilidad, compromiso, lucha, arrojo, patriotismo, desprendimiento, principios, cumplimiento del deber y, sobre todo, lealtad en pensamiento, palabra y acción al pueblo por el que entregó hasta su último respiro. Irónico e hipócrita el chavismo fotográfico, publicitario y discursivo que se pregona con eficiencia en fechas como éstas, pero olvida a diario el valor real de su legado y la premisa fundamental: seamos todos, un poco más como Chávez.
¡Hasta la victoria siempre, nosotros venceremos!
