El secuestro de Alex Saab es un “caso totalmente político, manipulado, sin sustento legal”. Esta es la conclusión que hizo Camilla Fabri, esposa del diplomático, consultada en teleSUR sobre las revelaciones del exsecretario de Defensa de Donald Trump, Mark Esper, en su reciente libro.
“No me sorprenden estas confesiones, porque es lo que nosotros venimos diciendo y denunciando desde hace dos años. También todo lo que Alex ha venido diciendo en su secuestro”, dijo Fabri en el espacio El Punto en la i, que conduce la periodista Madeleine García.
“Mark Esper está admitiendo que Estados Unidos sabía que Alex iba a una misión humanitaria a Irán para traer alimentos, medicinas y gasolina para el pueblo venezolano”, expresó. “Esto es una confirmación de por qué ganamos en el Tribunal de África y por qué se pronunciaron los cinco relatores especiales de Naciones Unidas y por qué Ecowas ratificó su decisión”, comunicó.
“Usaron a Cabo Verde como una marioneta para cumplir todo lo que querían hacer sin sustento legal ni lógico. Se trata de un verdadero lawfare”, concluyó
Finalmente, Fabri apuntó que defender a Alex Saab es también luchar por el respeto a la soberanía de Venezuela y de las normas internacionales.
Confesiones criminales
En las misma tónica, intervino William Castillo, viceministro de Políticas Antibloqueo de Venezuela. El funcionario enfatizó que las de Esper son confesiones criminales. “Se ratifica la denuncia sistemática de Venezuela en relación a dos elementos fundamentales. Primero, el bloqueo general, las acciones criminales de la Casa Blanca iniciadas con el decreto Obama de 2015, hasta la planificación directa de invasión, bombardeo a instalaciones venezolanas y el asesinado del presidente (Nicolás Maduro)”.
Lo contenido en el libro de Esper desnuda que ciertamente “todas las opciones estuvieron y se discutieron en la mesa del Consejo Nacional de Seguridad, en la Casa Blanca con la presencia de Juan Guaidó, Julio Borges, Carlos Vecchio, su asesor Mauricio Claver (…) y lo que Esper llama a los halcones de Venezuela. Explotando la ambición de Trump y su obsesión con Venezuela”, agregó.
Recordó que no es la primera confesión que llega desde Estados Unidos. El libro de John Bolton, La habitación donde todo ocurrió, ya contaba el relato que hace hoy Mark Esper, dijo.
A su juicio, el secuestro de Alex Saab debe entenderse como una agresión a un país y la judicialización y violación de derechos humanos de un diplomático venezolano.
“Ellos dicen: En vez de invadir a un país, vamos a ahogar o a asfixiar su economía (…) Algunos teóricos lo ven como una alternativa buena: No mueren nuestros soldados, no derramamos sangre de la juventud estadounidense invadiendo a un país, devastamos, causamos dolor sufrimiento y les doblamos el brazo”.
¿Por qué enviado especial? Venezuela buscó garantizar su protección
Castillo añadió que el nombramiento de Alex como enviado especial de Venezuela responde a la necesidad de derrotar el bloqueo. Se lo nombró para garantizar el respeto a sus derechos, para lograr su protección. “Hemos tenido que hacer muchas cosas en silencio. Un país que está bloqueado busca la manera”, asegura.
“Es cierto que los países para resolver algunos problemas le otorgan a ciudadanos estatus diplomático para que puedan realizar las funciones. Alex Saab no era un traficante de armas como muchos que viajan por el mundo tranquilamente. Era un hombre que traía alimentos, combustible y medicinas”, dijo el también periodista.
“Violando el Derecho Internacional Público, es detenido, torturado, violados todos sus derechos humanos y judicializado y ahora convertido en un símbolo de la lucha y la resistencia del pueblo venezolano“, enfatizó.
