En medio del esclarecimiento sobre la desaparición del periodista británico Dom Phillips y el experto indigenista Bruno Pereira, ha sido difundido por diferentes medios dentro y fuera de Brasil diversas cifras que muestran las altas tasas de criminalidad en toda la Amazonia.
Los motivos de esta criminalidad se deben a la deforestación, disputas de tierras, entre otros. Por otra parte, también se registró un incremento del crimen organizado de casi un 9,2% por encima de las cifras registradas en el resto de los municipios rurales en Brasil. Cuyos números se encuentran en aproximadamente un 6,1%.
“El problema no está en el bosque preservado sino, sobre todo, en las zonas bajo presión por la deforestación. Donde los homicidios alcanzan una tasa de 37,1 muertos por cada grupo de 100.000 habitantes e indican disputas, conflictos territoriales y tensiones”, reseñó el medio Página 12.
“La mafia del pescado”
Asimismo, pobladores de las zonas pertenecientes a la Amazonia denunciaron en múltiples oportunidades que empresarios locales pagan a pescadores en el Valle de Yavarí. Posterior a sus labores, entregan todo el trabajo realizado.
En ese sentido, el mismo medio Página 12 destacó que en la zona donde desaparecieron Dom Phillips y Bruno Pereira “solo sus pueblos originarios pueden pescar y la actividad es ilegal para aquellos que incursionan en la zona“.
De igual manera, en otros sectores de la Amazonia en Brasil, además de las tasas de criminalidad también prevalecen actividades de narcotráfico. Este es uno de los motivos por el que Brasil, es el segundo mayor consumidor de cocaína, detrás de EEUU.