El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, resultó culpable de organizar fiestas ilegales celebradas en 2020 y 2021 en Downing Street pese a restricciones impuestas.
Según los detalles de un informe, en las fiestas ilegales de Boris Johnson alguno de los asistentes acabó vomitando. Además, se presentó un «altercado menor» entre otros dos asistentes y una de las fiestas se alargó hasta las 4 de la mañana.
Por su parte, el personal de limpieza también informó que hallaron restos de vino derramado sobre las paredes.
En ese sentido, el informe de la investigación reza que «el liderazgo, tanto político como oficial, debe asumir la responsabilidad de estos actos».
«Muchos de estos eventos no deberían haberse permitido», pues el propio Johnson participó en algunas de ellas. Así lo revelan algunas fotografías publicadas en medios de comunicación.
Cabe destacar que el informe lo elaboró la funcionaria Sue Gray, quien afirma en el texto que «muchos estarán consternados de que un comportamiento de este tipo haya tenido lugar a esta escala en el corazón del gobierno».
«El público tiene derecho a esperar los más altos estándares de comportamiento en esos lugares y claramente lo que sucedió estuvo muy por debajo de esto».
El primer ministro y el titular de Economía, Rishi Sunak, fueron multados por tomar parte en estos eventos sociales, pero esta crisis se agravó en los últimos días al hacerse públicas nuevas imágenes en las que se puede ver a Johnson con una copa en la mano.