A través del Diario Oficial de la Unión se pudo conocer que el gobierno saliente en Brasil, encabezado por Jair Bolsonaro, anunció un indulto a militares responsables de la masacre de 11 presos en la cárcel de Carandirú, ocurrida en 1992.
Son 69 los uniformados sobrevivientes, de aquellos 74 imputados en el proceso judicial inicial. El decreto presidencial otorga el perdón no solo por delitos cometidos por fuerzas militares «sino a los acusados de cometer delito culposo, sin intención de cometerlo», informó el medio Telesur.
A 8 días de dejar el cargo, el bruto @jairbolsonaro lanza su última estupidez.
Indulto navideño a policías y militares, como los de la masacre en la prisión de Carandiru, donde 111 presos murieron a manos de la Policía Militar.
Ojalá sea declarado inconstitucional#JairBolsonaro pic.twitter.com/hRrV4dAQav— Partido Comunista ☭ – Las Condes (@PcLasCondes) December 24, 2022
La masacre de Carandirú
Los funcionarios a quienes Jair Bolsonaro otorgó el indulto participaron en uno de los hechos más sangrientos en la historia del gigante amazónico.
En el recinto carcelario ubicado en Sao Paulo, para octubre de 1992, al registrarse un motín agentes policiales reprimieron de forma violenta a los casi 8000 reclusos, que vivían en precarias condiciones de insalubridad.
La mayoría de los internos recibieron disparos mientras estaban en sus celdas, sin alguna posibilidad de defensa. Forenses indicaron que fueron 515 impactos de balas, de los cuales 126 fueron directo en la cabeza.
Organizaciones de derechos humanos denunciaron estos hechos como delitos de lesa humanidad. En la década de los noventa, el crimen obligó a las autoridades de Brasil a demoler dicho recinto para construir un parque.