De acuerdo con el informe del Banco Mundial sobre las «Perspectivas Económicas Mundiales» para este 2022 América Latina registrará una desaceleración en el crecimiento económico.
Según la entidad financiera, durante el año en curso el mundo presentará un crecimiento económico de 4,1%. Es decir que comparado con el año anterior cuando la cifra se situó en 5,5% se trata de una desaceleración de al menos 1,4%.
El documento del Banco Mundial detalla que la economía en general «está entrando en una pronunciada desaceleración». Explica que esto se debe principalmente a las «nuevas amenazas derivadas de las variantes de la covid‑19 y el aumento de la inflación, la deuda y la desigualdad de ingresos».
En ese sentido, la institución alertó que esta situación podría perjudicar a algunas economías emergentes y en desarrollo durante su recuperación pospandemia.
El Banco Mundial enfatiza en su informe que el crecimiento de América Latina irá disminuyendo mientras se endurezcan las políticas fiscales y monetarias. También apunta como otra de las causas a la demora existente para mejorar las condiciones del mercado laboral.
A nivel regional la entidad financiera pronostica un crecimiento de 2,6% para 2022 y un 2,7% en el 2023. Comparadas con las de 2021 cuando el crecimiento se ubicó en 6,7% dejan en evidencia una clara desaceleración.
Prueba de esa fuerte recuperación del año pasado queda demostrada en el informe publicado el pasado 17 de noviembre por el Banco Mundial sobre migración y desarrollo. Allí Latinoamérica se convirtió en una de las regiones con mayor flujo de remesas familiares en todo el mundo.