Apenas un leve respiro atravesó en el mes de agosto la tambaleante economía de Estados Unidos, aún cuando persisten problemas de inflación.
Aunque la caída de los precios de la gasolina contribuyó en gran medida a la caída de la inflación estadounidense, sin embargo los costos de los bienes y otros servicios siguen aumentando.
El Índice de Precios al Consumidor, que mide una canasta de bienes y servicios de consumo, mostró que los precios subieron un 8,3% interanual.
Una ralentización con respecto al aumento del 8,5% de julio y el repunte del 9,1% de junio, la tasa más alta en cuatro décadas.
Los precios en general aumentaron ligeramente durante el mes de agosto, un 0,1% en comparación a su predecesor julio. Y después de eliminar los costos de la energía y los alimentos, estos se incrementaron un 6,3% en los últimos 12 meses, frente al 6,1% de julio.
Entre los más preocupantes están el gas y la electricidad, además del precio de los alimentos para consumir en casa. Su incremento es de un 13,5% interanual, el mayor ritmo desde 1979.
Un hecho que da pie a que la Reserva Federal realice una tercera alza de las tasas de interés de 75 puntos básicos el próximo miércoles, destacan medios.
Si bien la tasa de inflación general se ha desacelerado, todavía deja la inflación a un ritmo no visto en cuatro décadas, destacan analistas.
Indican que este escenario se suma a los vientos en contra de Joe Biden, ante la proximidad de las elecciones de mitad de período.
#BREAKING 'More time' needed to lower US inflation but data showing 8.3% shows 'progress': President Biden pic.twitter.com/sg0wF5xtGG
— AFP News Agency (@AFP) September 13, 2022
