Seguramente alguna vez te has preguntado qué tienen los deportes extremos que cautivan a quienes los practican. En la agencia Venezuela News también nos surgió esa inquietud y por ello quisimos experimentar con un vuelo en parapente de la mano del instructor y piloto tándem, Yefferson Yarza, quien en este viaje incluyó la tecnología 360.
Así inicia la experiencia
La aventura comenzó en la ladera norte del inmenso cerro Waraira Repano que separa al valle de Caracas con el estado La Guaira. Allí se encuentra el pequeño pueblo de Galipán, el cual no solo cautiva por sus flores y gastronomía, sino también porque debido a la altitud en la que se encuentra, ofrece paisajes dignos de admirar y un lugar ideal para despegar este tipo de aerodino de ala fija.
Luego, llegamos a Terraza de Villa Alta, una casa de esparcimiento al aire libre que ofrece áreas para realizar eventos y próximamente hospedaje. En esa zona, la vista hacia el litoral central acapara todas las miradas casi de inmediato. Poco después de instalarnos, conversamos con Yarza un largo rato. Dialogamos sobre su trabajo como piloto de vuelos de parapente en Venezuela y cómo incorpora la tecnología con una cámara de acción 360 GoPro con la que captura recuerdos audiovisuales para sus clientes.
Vuelo de parapente con un experto
Yefferson Yarza tiene 21 años de experiencia volando parapente y en exclusiva nos dio algunos detalles importantes de esta práctica. Según nos relató este deporte llegó al país a mediados de los años 80 y desde entonces se ha perfeccionado en cuanto a modelos y aerodinámica.
Sobre sus inicios, nos contó que conoció este deporte cuando tan solo tenía 13 años. Frecuentaba un lugar en la ciudad mirandina de Guatire que se utilizaba para el despegue de vuelos. Al comienzo se dedicaba a doblar los parapentes de otros pilotos que luego al observar su interés le fueron enseñando e incluyendo en este mundo de adrenalina.
“Es un sitio que tiene mucha trayectoria de vuelo y los pilotos nos ponían a doblar los parapentes y veían el interés por aprender y me enseñaron a volar”, contó.
En cuanto a la duración, el instructor nos explicó que los vuelos comerciales tienen un tiempo determinado de entre 10 y 15 minutos. Entretanto, los viajes de recreación pueden extenderse de tres a cinco horas. Sobre este punto, nos narró sobre el récord alcanzado por un piloto venezolano que recorrió 240 kilómetros de distancia al despegar en el estado Aragua y aterrizar en Barinas.
Un parapente puede alcanzar varios de metros de altura, dependiendo de las condiciones climáticas en el día. En el caso de Venezuela se ha registrado vuelos de hasta cuatro mil metros sobre el nivel del mar. Sin embargo, Yefferson nos aclaró que no existe razón para temer pues si el piloto tiene experiencia suficiente, no hay peligro alguno.
“Aquí los riesgos son controlados. Los accidentes que puedan ocurrir es por culpa del piloto o falta de experiencia. De resto el deporte es muy seguro”, afirmó.
El momento del despegue
La hora de recorrer el cielo se acercaba. Para ello caminamos hacia una pendiente cercana a Terraza de Villa Alta, donde nos encontramos con otros pilotos que decidieron volar junto a nosotros. Justo en este lugar Yefferson Yarza nos comentó que para aquellas personas que no contaban con vehículo particular, él también ofrecía un servicio de transporte que cubría la ruta hacia la zona de despegue.
Con estricto cuidado y acatando todas sus instrucciones nos colocamos todos los implementos. Para poder despegar es necesario correr a alta velocidad hacia al abismo y sin tropezarse, ya que de lo contrario podría generar un accidente. ¡De infarto!.
“1,2, 3, ya”, gritó para iniciar la carrera. De inmediato el corazón se aceleró y en un abrir y cerrar de ojos, ya estábamos volando por el cielo venezolano. La sensación de tranquilidad que genera la majestuosidad del paisaje, adornado con el mar y las montañas, es indescriptible.
El aterrizaje
Luego de varios minutos sobrevolando las playas, llegó el momento de pisar tierra. Sin ningún contratiempo aterrizamos en las adyacencias del Estadio Jorge Luis García Carneiro.
“Sentir el aire y dejarte llevar” esa es la descripción perfecta que nos dio el parapentista Pavel Velásquez, sobre lo que significa volar en este planeador. “La sensación de absoluta libertad. Nos alejamos de la tecnología para integrarnos a la naturaleza”, dijo poco después de aterrizar junto a nosotros. Por último, hizo un llamado a proteger el entorno natural para que perdure este deporte.
Y tú, ¿te animas a vivir esta experiencia surcando los cielos?