Este martes, la plenaria de la Asamblea Nacional (AN) aprobó por mayoría evidente y en primera discusión el proyecto de ley de fiscalización, regularización, actuación y financiamiento de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y afines. El responsable de presentar el instrumento al cuerpo legislativo fue el diputado nacional por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello.
Desde la tribuna de oradores aseguró que urge una regulación pronta porque las ONG son en realidad instrumentos para el desarrollo de planes desestabilizadores y el robo de fondos millonarios erogados en el exterior. Adicionó que en su accionar captan jóvenes y les despolitizan o «empujan hacia dónde más les convenga».
«Son vías que usan el imperialismo y sus aliados para financiar planes de desestabilización y golpes de Estado», acusó. Son entidades, continuó, que desplazaron a los grandes medios de comunicación, al servicio de grandes empresas como la guerra en Ucrania.
«No dependen del gobierno bolivariano, pero sí del gobierno de Estados Unidos, mal entonces pudieran ser llamadas entonces Organizaciones No Gubernamentales. Son apéndices de organismos que operan en el mundo para garantizar el clientelismo», cuestionó en su exposición de motivos.
¿Adónde va el dinero que entrega EEUU?
El diputado Diosdado Cabello agregó que ciertamente algunas «comenzaron con fines sociales y humanitarios, pero hoy casi todas se circunscriben al ámbito político con el fin de generar desestabilización». Es el caso, dijo, de 62 ONG activas en Venezuela, según algunos registros de una investigación preliminar.
Incluso señaló que llama la atención que en los países desde donde reciben financiamiento para funcionar en Venezuela no están permitidas organizaciones de esta naturaleza. «Les persiguen, acusan de terrorismo y van a terminar en Guantánamo. Es el imperialismo actuando», dijo.
Además, dijo, «uno escucha que el gobierno de Estados Unidos anuncia todos los días que está entregando dinero para ayudar a Venezuela. Uno va sumando y ya pasan de 3 mil millones. A quién, adónde ha llegado, quién y cómo lo han administrado. A quién han ayudado. Quién se ha aprovechado de esa plata», se preguntó.
De modo que «el fin de estas ONG no es humanitario ni social, sino el de imponer su democracia, lo que ellos interpretan como democracia», añadió Diosdado Cabello.
A su juicio, «no son organismos espontáneos e independientes, porque detrás de una ONG hay caras, nombres, partidos políticos. Lo demás es una absoluta hipocresía».
«Si revisamos los nombres de quiénes están detrás de estas fachadas llamadas ONG en Venezuela viven a cuerpo de rey, porque se la pasan viajando por el mundo, tienen audiencia en el mundo entero», apuntó el diputado Diosdado Cabello.
¿De brazos cruzados?
En su discurso a la plenaria, Diosdado Cabello sumó: «Ahora, ¿Nos quedamos con los brazos cruzados sabiendo que los enemigos de esta patria, no solo de la Revolución, están recibiendo recursos para desestabilizar o comenzamos a generar los mecanismos legales para que quienes están al frente de esas fachadas rindan cuentas ante algún instrumento? Por eso traigo esta propuesta».
«Vamos a la calle a discutirla junto al pueblo. Estoy seguro que el pueblo tiene mucho que aportar, porque el pueblo sabe cuándo llega alguien desconocido a la comunidad y detrás lo que hay son ambiciones de grupos políticos que no tienen cara cómo presentarse en ningún lugar y entonces usan las ONG. Esto nos ayudará a poner en orden en un sector que no lo tiene y para que cada quien ocupe el lugar político que le corresponde», dijo Diosdado Cabello en la parte final de su intervención.
«¿Se dedican a la política o a labor social? Si es a la política, inscríbanse como partido político. El que no la debe, no la teme», cerró.
«Nadie puede oponerse a que ocurra un registro transparente, una fiscalización y una rendición de cuenta en el país donde operan», dijo seguidamente el parlamentario opositor José Brito. Aseguró que la bancada que representa salvaría su voto hasta tanto no conozca el contenido íntegro del proyecto. Abogó por una consulta «amplia, plural y diversa» y coincidió en que si no la deben no deberían temer. «Que tengan fines altruistas, humanos y no objetivos inconfesables», dijo.