En días recientes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó el primer caso de gripe aviar en una persona de América Latina. El caso corresponde a una niña ecuatoriana de nueve años que comenzó a presentar síntomas desde el pasado 25 de diciembre.
Según comunicó el ente multilateral, la pequeña ingresó a un hospital cercano a la localidad de Guaranda cinco días después. Sin embargo, no fue sino hasta el 05 de enero que se conocieron los resultados de sus exámenes y finalmente notificaron a la OMS cuatro días más tarde.
De acuerdo con las investigaciones, a finales de 2022 la familia de la niña compró unas gallinas que fallecieron poco después. Presuntamente, muy cerca de la vivienda se acababa de diagnosticar el primer brote de gripe aviar en Ecuador. Los expertos estiman que la menor pudo contagiarse luego de entrar en contacto con las aves.
Los profesionales de la salud, que han analizado el caso de la pequeña, aseguran que es de “alto riesgo“. A su juicio, puede provocar más contagios de gripe aviar que podrían expandirse a otros países de América Latina y generar nuevas variantes. En consecuencia, los científicos temen ante la “amenaza de una nueva pandemia” para la humanidad.
Según el biólogo español Miguel Ángel García Bereguiain “la intensidad de la vigilancia a nivel animal en Ecuador es baja y a nivel humano es inexistente”. Explicó que las autoridades ecuatorianas tardaron dos semanas en enviar una muestra al Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública. Ante la situación, los expertos piden a la población mantenerse alejada de las aves moribundas para evitar una multiplicación de brotes.