La matriz de zozobra e incertidumbre por parte de los medios Occidentales en contra de Rusia, por las tensiones en Ucrania también salpica al mundo de la ciencia.
En este sentido, la revista inglesa Nature, publica una nota, en la cual destaca que los «Científicos ucranianos temen por sus vidas y su futuro en medio de la amenaza rusa«.
Recalca Nature que los investigadores ucranianos sostienen que el conflicto obstaculizará el progreso logrado desde la revolución de Ucrania en 2014.
En su texto, precisa que varios investigadores están tomando medidas para protegerse a sí mismos y a su trabajo, incluida la recolección de artículos para la autodefensa y la preparación para huir.
Añade Nature que los investigadores ucranianos temen que un nuevo conflicto sumirá a su país en la agitación y detendrá el progreso de la ciencia ucraniana.
Como resultado del conflicto, muchos investigadores ucranianos cortaron los vínculos con Rusia. Destacan sus relaciones con colegas en Europa, Estados Unidos y China.
Recuerdan que en 2015, Ucrania se unió al programa insignia de financiación de la investigación de la UE; otorgando a sus científicos los mismos derechos para solicitar subvenciones que los miembros de la Comunidad Europea.
Last week, we spoke to Ukrainian scientists about the threat of a Russian invasion:
"I feel like I could die tomorrow, or in two days, but I can’t do anything about that,” said mathematician Irina Yegorchenko. https://t.co/UEsYkRwGoF— nature (@Nature) February 24, 2022
Ciencia politizada
La mirada de Occidente con relación a Ucrania, no solo pasa por la imposición de Washington y la OTAN, sino también en una progresiva campaña antirusa. La tendencia a desacreditar a Moscú, también se ha extendido hacia el temor de los investigadores ucranianos y su politización en contra de Putin.
«En este momento, estoy sentado en un lugar cálido y el Internet está disponible. No sé si ese será el caso mañana», dice Irina Yegorchenko, matemática del Instituto de Matemáticas de Kiev.
Al tiempo que subraya: «Hay una amenaza muy cierta de guerra. Siento que podría morir mañana, o en dos días, pero no puedo hacer nada al respecto«.
En la Universidad Nacional Agraria de Sumy, que se encuentra a 30 kilómetros de la frontera con Rusia, el personal ha sido capacitado en cómo comportarse en caso de algún ataque.
«En conversaciones privadas, los científicos dicen que han recogido ‘maletas alarmantes’ con documentos y artículos esenciales», finaliza Yurii Danko, economista de la institución ucraniana.